Capítulo 87

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Kian

Es de mañana, cuando me siento en el borde de la cama a su lado. Ella sigue con sus ojos cerrados. Acaricio su cabello. 

- Gal. - digo suave. 

Abre sus ojos y me trata de poner una de sus sonrisas, pero yo se que está triste. Se sienta en la cama, apoyando su espalda en el respaldo. Desde anoche que no está bien, y no la culpo. 

- Sabes, no creía en los fantasmas, pero ahora... - dice. 

Pongo mis manos en su rostro. - Oye, necesito que trates de calmarte, ¿si? Se que no debe ser fácil para ti, pero ten por seguro que los encontraremos y los haremos desaparecer. - digo. Veo que bajos sus ojos tiene marcas las ojeras. Eso es porque no debe haber logrado pegar ojo. 

- De igual forma tengo la reunión con el contacto de Hayes, para el nuevo negocio. 

- ¿Tienes que ir hoy? Llevas una cara terrible amor. 

- Gracias. - dice con sarcasmo. - Es que no me siento muy bien, Kian, es todo. 

- Toma un poco de agua. - le alcanzo la botella que tiene sobre su mesa de noche, cuando el fuerte olor llama mi atención. Acerco más mi nariz. - ¿Esto es vodka?

- No lo sé, ¿lo es?

- ¡Galadriel! - digo molesto. - Estás con resaca, ese el problema.

- Unas tazas de café y estaré fresca. 

Me paro enojado. - ¿Qué habíamos acordado? - digo. - Ni me quiero poner a buscar la botella, que debe estar vacía. 

- No la termine Kian, solo fueron unos vasos... - dice. - ¡No podía dormir! 

- ¡Me despertabas y lo hablábamos! - digo. - ¿Te olvidas lo que prometimos esa primera noche como esposos? Hablar siempre, aunque cueste, de lo que sea, en el momento que sea. 

Me mira apenada. - Lo siento, Kian.

- No quiero que te disculpes Gal. Solo que hables conmigo, que no te cierres. No les vamos a dejar ganar. 

- Ven, siéntate. - dice dando leves golpes en el colchón. Me siento. Ella pasa sus brazos sobre mis hombros y une su frente con la mía. - Solo quería un poco de alcohol, ¿si? Así como tu necesitabas de vez en cuando un vaso de whisky. 

- Pues, desde que te tengo a ti, ya no lo necesito. 

- Acá estoy Kian. No me voy a ir a ningún lado. - dice. - Al menos no sin ti. 

- Te amo. 

- Y yo a ti. 

*****

Galadriel

Los fantasmas me persiguen. Eso fue lo primero que pensé cuando vi el arma de Andrey. Creí haber logrado dejar atrás esa parte de mi vida, creí haberla enterrado, pero de alguna forma encontró su camino de vuelta a mi. El arma. Y él

En estos años, aparte de la terapia, fue Kian quien me saco a floté. Y no solo a eso, sino que me dio la seguridad para dejar salir esa persona que yo tenia guardada dentro mío. 

Es por eso que en vez de quedarme en la cama y pensar en eso, como haría la otra Galadriel, voy a levantarme e ir a la reunión que tengo programada. Porque soy Galadriel Marshall y nada va a lograr que vuelva a hundirme. No se los voy a permitir de nuevo. 

Termino de vestirme con un pantalón de vestir negro palazo y una musculosa blanca lencera. Estoy sentada en la banqueta que está delante de nuestra cama, poniéndome las sandalias negras. Entra Kian algo apresurado. 

No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora