Kian
Cuando vuelvo a la casa, al entrar, veo a Jude bajando por las escaleras.
- Hola Kian. - me dice.
- Hola. - le digo. - ¿Para dónde vas?
- Gali me dijo que ponga la mesa para cenar.
- ¿Aún no han cenado? - pregunto extrañado, ya que es algo tarde.
- Gali me ayudaba a terminar una maqueta para la escuela y se nos paso la hora. - dice. - Y Ruby no está.
- ¿Dónde está Ruby?
- Se fue a Boston, a la boda de su ahijado.
- ¿Con el per....? - comienzo a decir.
- Con el tuyo. - dice Jude. - Te lo pidió hace una semana atrás.
- ¿En que momento? - sigo diciendo extrañado, ya que no lo recuerdo.
- En el desayuno, luego de que terminara de decirte que porque cambio la marca de papel higiénico que compraba.
Y ahí está la respuesta a de porque no lo recuerdo. Tengo que haber desactivado mi cerebro cuando empezó a hablar de eso. ¿Pueden culparme? A quién diablos le interesa, mientras me limpie el trasero con algo me vale si compra el que tiene la imagen del perrito o la de los niños jugando.
- ¿Por qué todos se casan últimamente? - digo para mi mismo, un tanto fastidiado.
- ¿Porqué quieren expresar su amor eterno? - dice Jude.
Lo miro extrañado por la ocurrencia que acaba de decir. Me pregunto de donde lo habrá sacado.
- Bien, ve a hacer lo que te pidió la chica. - digo cambiando de tema. - ¿Dónde está? Por cierto.
- En la cocina, bastante alterada. - dice Jude. - Cree que vas a tirarla al río. O al menos eso es lo que se dice a si misma.
Suspiro. Lo miro, él me mira con esos ojos tan inocentes.
- ¿Tú me tienes miedo? - le pregunto con curiosidad.
- No. - dice y se va hacia el comedor.
Creo que ahora Jude me agrada un poco más.
Voy hacia la cocina. Al entrar la veo de espalda, mientras revuelve una olla que tiene sobre la hornalla. Puedo notar que está bastante alterada. Tengo que admitir que me gusta verla así de estresada, como así también hoy que estaba con esa mirada molesta en su rostro.
Me acerco a ella. Aún no se percata que entre, ya que sigue hablándose para si. Al quedar detrás suyo, apenas a un paso, paso mis brazos rodeándola y apoyándolos sobre sus brazos.
Lanza un grito y levanta el brazo que en su mano tenia una cuchara, por lo que comienzan a volar macarrones por el aire. Me hago hacia atrás y se da la vuelta. Al principio me mira con miedo, pero le dura por un segundo para cambiar su expresión a fastidio.
- ¿¡Qué demonios!? - dice. - ¿¡Qué le sucede a todo el mundo!? ¿¡Acaso entrenan para una especie de secta que disfruta de hacer que la gente se cague encima!? Tengo 25 pero eso no descarta la posibilidad de que me de un infarto de todos modos.
- ¿¡Para que diablos hice que te entrenaran!? - digo. - Le diré a Marlon que...
- No. - dice ella, apuntándome con la cuchara.
Me miro la camisa, ya que sentía algo de molestia y noto que la tengo toda salpicada con cheddar caliente.
- Era mi camisa favorita, sabes. - digo agarrando una servilleta y limpiándome.
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No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)
RomanceÉl. Peligroso. Despiadado. Frío. Cruel. Criminal. Poderoso. Rico. El mejor en sus negocios clandestinos. Ella. Solitaria. Abandonada. Compasiva. Sumisa. Pobre. Pérdida. ¿Qué pasará cuando estas dos almas heridas se crucen? ¿Cuál de los dos se perd...