Capítulo 3

53K 2.5K 356
                                    

Al terminar de vestirme, bajo y me dirijo a la cocina.

- Buenos días. - digo al entrar.

- Buenos días, Sr. Marshall. - me responden los empelados de la cocina. Uno me extiende mi taza cargada de café.

- Hola Kian. - dice Jude con su amplia sonrisa de niño.

Aiden sigue comiendo su desayuno, ignorandome.

- Pitufo, ya que estás con tanto tiempo de sobra, ayudarás a Jude con sus tareas.

- ¿¡Qué!? - se queja. - Debes estar bromeando.

- ¿Me ves cara de estar bromeando? - digo serio.

- Tengo cosas que hacer, Kian.

- Fuiste suspendido y no tienes amigos, ¿que es lo que tanto tienes que hacer?

- No te importa. - me responde. - ¿Es que no puedes pagarle a alguien para que le enseñe al idiotita?

- No, porque lo harás tú. - digo.

Me mira molesto. Agarro el periódico que está sobre la isla y comienzo a hojearlo.

- Que carajos... - oigo decir a Aiden por lo bajo.

Oigo que cae algo, miro a Aiden, veo que su tostada con mermelada cayó boca abajo fuera del plato. Esta como en shock, mirando algo de frente. Miro hacia donde él lo hace y la veo...

Esta parada en la entrada de la cocina. Con mi remera blanca y mis boxers celestes, que le di por la noche. Se encuentra descalza y su cabello bastante alborotado e inflado.

Como una persona tan "desastre", puede ser a la vez tan perfecta y hermosa.

- Buenos días. - digo serio tomando de mi taza, mientras vuelvo la vista al periódico.

- Ho... Hola... - logro oír que dice por lo bajo.

- Acércate y come algo. - digo con mi vista en lo que intento leer. - Alguien que le alcance un plato.

Al no oír movimiento, levanto mi vista hacia ella. Veo que sigue parada en el mismo lugar, en sus manos tiene un plato.

- Puedes servirte lo que quieras para comer. - digo y vuelvo mi vista al periódico. - Como notarás, tienes muchas opciones.

- Los cereales con leche es lo más rico. - oigo a Jude decirle por lo bajo. - Puedes sentarte a mi lado.

- Gracias... - dice por lo bajo.

- ¿Ahora lo haces con adolescentes? - dice Aiden.

- Lo que haga o no con mi vida sexual, no te concierne. - digo.

- Eres un maldito depravado.

- Agregare esa palabra a la lista de adjetivos con la que me describes. - digo quitándole importancia.

- Eh... Ten... tengo 23. - dice con su suave voz femenina.

Levanto la vista y la miro.

- Que bueno saberlo. - digo serio con algo de sarcasmo. - Aiden, dale algo tú armario para que se vista. Me tengo que ir.

- ¿¡Qué!? - se queja. - ¡Claro que no!

- No era una pregunta, Aiden. - digo. - Vuelvo luego. Ruby. 

Salgo de la cocina y me dirijo hacia la salida. 

- Sr Marshall. - dice Ruby acercándose a mi. 

- Trata de hablar con la chica. - digo. - Quiero información y no dice más de dos palabras sin temblar como un caniche sin pelo. Necesito saber donde vive, si tiene padres, abuelos o un maldito perro al que se la pueda dejar. 

No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora