Quédate conmigo | Mark Lee | Libro#2

|Sun y las drogas|

|Precaución, capitulo con contenido delicado|

Termina de acomodar sus ropas, aplicar perfume y toma sus llaves. Sería su primera fiesta de la universidad y sentía como la ansiedad crecía conforme el tiempo pasaba. Mariam y Sae habían asegurado que el anfitrión siempre daba las mejores fiestas, imperdibles. Ella y Kim, al estar en primer año de sus carreras, probarían por primera vez lo de ser parte de una fiesta universitaria. En su vida había asistido a una fiesta y sentía la ansiedad crecer.

Escucha el claxon y sabe que sus amigas le esperan fuera de la residencia en la que se estaba quedando, por lo que se despide de las tres chicas con quien convivía y abandona la casa, aquellas tres estaban demasiado ocupadas con sus tareas universitarias y se quedarían, al menos eso comentaron en la cena.

–Nos vemos –se despide, el resto de chicas moviendo su mano en su dirección.

–Diviértete, pequeña –la chica de cabellos naranjos mueve su mano en su dirección, la más tierna a su parecer.

–Mañana nosotras nos encargamos de tu resaca –canturrea la de edad intermedia, mayor que ella y la chica de cabellos de dos colores, pero menor que la peli naranja.

–No llegues temprano –la de dos colores habla, sin sacar su cabeza del libro de medicina, moviendo su mano. Ella asiente y abandona, finalmente, la casa.

No iba a negar que era cómodo convivir con esas chicas, más cuando ella era la menor y la cuidaban como si fuera una hermana súper pequeña, aunque le hubiera gustado que la acompañaran y pasaran un buen rato, aceptaba que se quedaran. Después de todo, estaba con las mejores de sus facultades.

Sube al auto de su amiga, poniéndose de inmediato el cinturón ni bien Mariam la saluda. Besa la mejilla de Sae y choca sus puños con Kim, quien ya estaba a su lado– ¿Lista?

–¡Si, vamos! –y como si estuvieran conectadas, las dos amigas menores dicen al unísono.

El Mercedes blanco se pone en marcha, la música que hace poco habían lanzado su grupo favorito retumbaba por todo el vehículo y ella junto a Kim cantaban a todo pulmón la letra. Mariam reía, solo apoyándole con el coro y viendo a sus amigas intentar bailar detrás de ella.

Se detienen después de haber pasado a comprar cigarros para Mariam, una casa gigantesca, donde la gente salía por todas partes y había ya chicos y chicas bailando en la calle, la música alta se escuchaba hasta las afueras de la casa, y ella ya sentía la adrenalina correr.

–Bien, yo iré a por algo de beber –dice Mariam mientras baja del carro y estira su cuerpo– No sé qué harán, pero siempre dejen un mensaje con una foto de dónde estén, si se quieren ir me buscan a mi o a Sae –las dos menores asienten– No creo que me mueva de la barra, pero si no me encuentran ahí posiblemente esté en el jardín –nuevamente, ambas asienten– Cualquier cosa, al chat de las cuatro, ¿Bien?

–Sip –dicen juntas.

–Yo probablemente esté en la pista o en la barra, en cualquier caso, me buscan ¿Si? –las dos asienten– No se alejen mucho de la pista de baile y traten de no beber nada que alguien extraño les ofrezca –Sun ladea su cabeza.

–Pero, si venimos es para hacer nuevas amistades y beber, ¿No?

–Si –habla inmediatamente Mariam– Pero es mejor cuidarse de idiotas que traten de hacer otro tipo de cosas, no sabemos si solo estamos universitarios dentro y no quiero que se metan en problemas, ¿Entienden?