Capítulo 72|Final pt.1

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¡Feliz cumpleaños a jaehyunpeaches! espero que la pases súper bien, ¡Felicidades!

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Pasa un brazo alrededor de la cintura de su dama, envolviéndola en un abrazo de costado y acercándola más a él. La chica ríe, y jura sentir su pecho acelerare más con solo la dulce melodía que sale de sus labios. Sonríe, besándole la mejilla con cariño y, al separarse, el sonido de sus labios chasqueando la suave piel le hace reír.

–¿Qué querías comprar, cielo? –pregunta, después de todo la chica se lo había dicho en un comentario vago.

–Mh... Mi mamá le dio a Nathan algo de compota*, y creo que le gustó, entonces le compraré más –Mark asiente.

–Vale, ¿Sabes dónde vamos?

–Claro, nací aquí.

La chica ríe, enlazando sus dedos con su novio, amando la calidez inmediata que se instala en su piel.

Sus ojos divagan en el frente a ellos, mientras habla con Mark, pudiendo ver un poste con direcciones, sus ojos se enfocan en el que señala la calle en la que están; "Avenida 134" se lee en letras blancas sobre el fondo rojo. Ladea su cabeza, y con un horrible dolor de cabeza, como un golpe, el recuerdo de hace siete años le llega a su cabeza.

Se detiene de inmediato, bajando y arrodillándose. El sonido estridente de un chillido le martillaba la cabeza con fuerza, sus ojos se llenan de lágrimas y no puede contenerlas cuando comienzan a caer como cascadas. Jadea, cerrando sus ojos con rudeza y tapando sus oídos con las palmas de sus manos.

Mark, asustado, baja hasta quedar frente a ella. Siente el pánico llevarle al colapso, el miedo de no saber qué hacer; pronto los ojos de su novia se abren de par en par, y es cuando todo sucede demasiado rápido.

Su novia se abraza de pronto al cuerpo de Mark, negando con rapidez y Mark no entiende qué pasa.

Pero si viera la mente de la chica sabría que el miedo que la embarca no es el mismo que sientes cuando crees que hay un monstruo en tu armario. Este miedo es mucho más, duele en el pecho solo imaginarse que el peligro es inminente. "No vayas a la avenida ciento treinta y cuatro" recuerda a la perfección a aquella niña, a la madre y el color azul de sus labios al pronunciar aquella advertencia.

Pero después de que pasara un año, dos, incluso seis, ¿Por qué se cumpliría tal cosa? No entiende, y eso que no era la primera vez que pasaba por esa avenida. Y entonces recuerda todo, las ropas y la forma en que caminaban, todo estaba sucediendo tal cual como lo mostraba la niña.

Y no, se negaba rotundamente a que eso pasara. No quería perder a Mark, no quería perderse ella, no. Estaba contra aquello y lo iba a cambiar, sea como sea.

Se pone de pie, jalando a Mark para comenzar a caminar hasta la parada de buses. No quiere, no quiere que eso suceda. Y su mano le demuestra a Mark que la chica no estaba bien, su temblorosa mano estaba fría, su piel pálida y de sus ojos brotaban cada vez más lágrimas.

–Hey, hey –llama, tratando de detenerla, más ella continúa caminando, siguiendo con rumbo a la tienda. Si llegaban, nada pasaría.

–Vamos, vamos –suplica, entre lágrimas, cuando el cuerpo de Mark deja de caminar, yendo contra los pensamientos de Sun cuando la regresa a donde estaban antes. La sostiene, abrazándola para acallar sus sollozos.

–¿Qué sucede? –pregunta, en un susurro.

Pero la mujer niega, aferrándose en el pecho del hombre. El miedo la consume, siente como de nuevo todas las imágenes llegan a su cabeza, y no es mucho tiempo lo que Mark tarda en aferrarla más a su cuerpo, cubriéndola con sus brazos.

Quédate conmigo | Mark Lee | Libro#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora