Quédate conmigo | Mark Lee | Libro#2

Capítulo 62

Terminaron de poner los bolsos restantes en la camioneta roja de Mariam, los dos chicos soltando un largo jadeo y pasando sus manos por su frente medianamente sudada. Mariam estaba bastante entretenida jugando con la bebé como para darles atención a Mark y Jae, quienes estaban encargados de cargar los bolsos.

Hoy era el inicio de su trayecto al altar; hoy se debía ir de su casa, su despedida de soltera y su ida son tradición que no estaba dispuesta a romper. Los planes estaban hechos, se iría de acampada con Mark, Jae, HyunSik y su colega, también lesbiana, YiHyo. Sería una semana donde ella estaría tres días acampando, dos de despedida de soltera y el sábado sería el gran día. Y estaba realmente ansiosa, su hija ya tenía su ropita y su novia su vestido.

Besó la punta de la naricita de la bebé, provocándole una risa escandalosa y enterneciendo el corazón de las chicas que estaban en el porche de su casa, despidiendo a sus parejas. Sae sostenía la bebé, Sun estaba de pegajosa con Mark, Kim arreglaba la chaqueta de Jae al mismo tiempo que dejaba besos cortos en sus mejillas y Sarah disfrutaba un tiempo más el tacto suave de su novio en su cintura mientras compartían un dulce beso, y claro, YiHyo se despedía de su novia, quien estaba enternecida a su lado mientras ella despedía a su novia también.

–Prometan que tendrán cuidado –Mark asintió a la petición de su novia, sin poder evitar que los recuerdos de hace años volvieran. Besó sus labios, acunando sus mejillas para brindarle esa seguridad que la mirada de su novia le daba a entender.

–Lo prometo.

Sun compartió una dulce sonrisa con su novio, soltando su mano y dejándole que subiera a la camioneta, moviendo su mano en su dirección cuando esta emprendió rumbo.

Adiós a Mark por una semana, casi.

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La música sonaba hasta un metro fuera de la camioneta, con Mariam de conductora, YiHyo de copiloto y el trio de chicos a sus espaldas todo estaba siendo divertido. Habían terminado recién de hacer las compras necesarias para los tres días que estarían allá, licor, carne y demás víveres estaban guardados en la parte trasera de la camioneta.

Y claro, un pack de doce estaba al frente para pasar el rato.

Estaban comenzando con la primavera, y realmente era grato sentir el calor suave en su piel, la brisa y ver como los verdes asomaban, las flores apareciendo y brotando lentamente de sus capullos, cantos por las mañanas de parte de las aves y el sol dándoles calor.

Los chicos a sus espaldas iban cantando mientras bailaban en sus lugares, su amiga iba a su lado cantando también, bebiendo y compartiendo con ella su botella. Era divertido todo esto no pensó que irse de campamento con ellos iba a ser tan divertido, encontrarse riendo con ellos, cantando o bailando era algo que, si se lo decían hace unos días, se habría reído, mas ahora se le se hacía tan acogedor.

–¡Otra! –gritó Jae desde su asiento, estirando la mano hasta donde la chica de cabello hasta su cintura estaba, ésta entregándole otra botella de cerveza ya destapada y con espuma saliendo de su boquilla.

No pasó mucho más hasta que llegaron a donde iban a quedarse, después de haber pasado una montaña completa, ellos ya estaban en las orillas del rio donde habían acordado ir, con un espacio limpio y un pequeño agujero en el suelo para la fogata.

Con la ayuda de Mark, Hyun descargó todo el cargamento que traían, ayudando a algunos con sus tiendas y encendiendo el fuego mientras Mariam y Jae iban a por más leña para este mismo, él, Mark y YiHyo se encargaban de cortar en trozos más reducidos la carne.

Los malvaviscos estaban en un bol, los palillos estaban ya afilados y lavados. Mark tocaba la guitarra mientras cantaba baladas lentas, sus amigos coreando con él y algunos jugando entre ellos, todo parecía estar bastante calmado.