"Incluso si nuestros pasos no están sincronizados, quiero andar por este camino contigo."
Que riéramos juntos, que lloráramos juntos, esas simples emociones lo eran todo para mí...
¿Cuando llegará el día en que nos volvamos a ver?
Ese día te mirar...
—La verdad es que no iba a hacerlo, pero ahora que tú me lo preguntas se me antoja.—Le dice Yoon Hye a Hoseok, para luego llevarse a la boca toda la carne que quedaba en su plato ante la mirada estupefacta del chico.
Hye es imposible.
—¡Que te digo que cayó en la zona de foul! Tenían que invalidar la jugada.
—Jimin, la pelota cayó mucho antes, no fue en foul.—Reprocha Yoongi masajeándose las sienes.
—¿Todavía siguen con eso? Pensé que ya habíamos hablado sobre el tema.—Les reprende Taehyung, intentando comer con tranquilidad mientras ambos chicos discuten.
Lo cierto es que luego de la escena a la entrada del estadio, Yoon Hye se molestó porque la llamaran "Kraken" y los chicos la convencieron de hacer las paces a cambio de invitarla a una comida. Obvio que aquello fue una propuesta demasiado tentadora y ella no iba a negarse. Así que terminamos de nuevo en el centro comercial, en un restaurante de carne tradicional, digamos que no podemos permitirnos algo mucho más lujoso.
Pero de nada sirvió el supuesto acuerdo de paz, puesto que minutos después de hacer los pedidos, comenzaron a discutir nuevamente.
Aunque debo de aceptar que la situación se me hace bastante divertida y reconfortante. Es la primera vez que comparto un momento así con amigos, después de muchos años.
Tomo los palillos y como con tranquilidad observando a los chicos a mi alrededor. A pesar de las estúpidas discusiones ellos ríen y conversan amenamente, de vez en cuando yo intervengo para algún que otro comentario. Sin embargo, no puedo pasar inadvertido el hecho de que Jungkook no ha mediado palabra alguna en toda la conversación por estar pendiente a su teléfono.
En otras circunstancias pensaría que es una falta de educación de su parte, pero la forma en la que muerde su labio inferior y frunce su ceño con preocupación me da a entender que, sea lo que sea que lo tiene tan absorto, no parece ser algo bueno.
—¿Estás bien? —Le susurro logrando que dirija su atención a mí.
No es que desee confraternizar con el enemigo, es solo que no puedo evitar preocuparme cuando noto que alguien no se encuentra bien. Supongo que es un reflejo condicionado por mis experiencias de vida.
De repente la situación se me hace familiar. Recuerdo aquel día en la escuela, en el que lo encontré en un salón vacío golpeando las sillas y la pared mientras maldecía continuamente y se quejaba con alguien por el teléfono.
"¿Qué rayos te importa?"
Fue su respuesta en ese momento…y no me extrañaría que esta vez se comportase de esa forma también.
—No te preocupes, estoy bien.—Casi me atraganto con aquel pedazo de carne al escuchar su contestación y ver su sonrisa.
¿Qué bicho le ha picado?
—Bueno…—Decido ignorarlo y continuar comiendo.
Cuando creo poder vaticinar las acciones de Jeon, hace algo totalmente diferente y me descoloca por completo. Sin duda alguna el chico es impredecible, un arma de doble fijo. Y eso, a mi modo de ver, es sumamente peligroso.
Él se ve tan sereno e indiferente que hasta pareciera no percatarse del centenar de estragos que causa en mí con sus cambios de comportamiento. Observo cómo se sirve más alcohol, no ha dejado de beber desde que nos sentamos, a decir verdad no ha tocado su plato y eso también ha llamado mi atención.
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