Capítulo 45

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—¡Apresúrate Hye! Vamos a llegar tarde.

—¡Ya voy joder!—la escucho gruñir del otro lado de la puerta, hasta que esta se abre y una Hye sudorosa con unas enormes ojeras hace acto de presencia.

—¿Te encuentras mejor?—inquiero preocupada en cuanto veo su estado.

—Una mierda se sentiría mejor que yo.—murmura pasando por mi lado para tomar su bolso sobre la pequeña cama personal que ocupa.—¡Maldito Park y sus estúpidas gomitas de cartílago de pollo!

—No creo que hayan sido las gomitas…—me detengo en cuanto la veo contener una arcada y salir corriendo rumbo al baño.

—¡Joder!—espeta apoyando su cabeza en la pared para luego resbalar por esta hasta quedar sentada en el suelo junto al retrete, después de haber devuelto por tercera vez en esta mañana.—No debí acceder a esa estúpida apuesta…¿Cómo es que siempre esos imbéciles logran convencerme de seguirlos en sus atrocidades?—se queja y yo me posiciono junto a ella para separar el cabello de su frente sudorosa.

Sí, Hye y los chicos apostaron su cena a quien pudiera beber más botellas de soju en media hora. Resulta ser que no se nos permite ingresar bebidas alcohólicas al hotel, pero Jimin se las arregló para camuflar las botellas sin que los profesores se percatasen. Para desgracia del orgullo de Hye, fueron Hoseok y Taehyung los vencedores, Jimin apenas pudo terminar dos botellas seguidas. Yoongi, Jungkook y yo ni siquiera participamos…estaba claro que todo sería un desastre desde el principio. Ahora Hye tiene una terrible resaca que no le permite estar a más de dos metros de distancia del baño y apenas puede mantenerse en pie, no quiero ni imaginar cómo se encuentran Tae y Hoseok.

Lo más preocupante es que hoy comienzan los entrenamientos y el trabajo de la comisión, así que ni siquiera pueden darse el lujo de quedarse descansando o recuperándose.

—Me quedaré contigo aquí.—anuncio ayudándola a colocarse de pie.

—No es necesario, tú debes estar en los entrenamientos con la comisión. Soy yo quien debe acompañarte…

—A penas puedes caminar, Hye.—recalco.—No llegarías muy lejos en estas condiciones y no sé cuánto demore el entrenamiento. No puedo dejarte así.

—No puedes ausentarte, Eun Mi ¿Qué pasa si te reprenden por mi causa?—sostiene su cabeza con un mohín incómodo antes de dejarse caer sobre su colchón.

—Lo sé …pero tampoco creo factible que estés sola sintiéndote mal.—dictamino.

—No me pasará nada, solo…intentaré descansar y comer algo. Creo mejorar dentro de un rato, entonces iré a verte. Adelántate, los chicos deben de estar esperándote.

—¿Estás segura Hye?—ella asiente y me dedica una débil sonrisa.

Suspiro resignada y es que me encuentro en un debate mental entre quedarme socorriendo a mi amiga o cumplir con mi deber de la comisión. Es cierto que podría meterme en problemas si me ausento…pero tampoco quiero dejar a Hye a su suerte.

—Bien, iré a los entrenamientos pero vendré a verte en el primer receso que tengamos.—concluyo antes de besar su mejilla como despedida.

—Aun así no dudes en llamarme si algo sucede.—asiento agradecida por su preocupación.—Y golpea la nuca de Jimin por mí. Gracias a su estúpida idea ahora me siento como un puto zombie en Tren a Busan…literalmente.

Río por su ocurrencia, y luego de despedirme nuevamente, salgo de la habitación rumbo al primer piso en donde los chicos ya deben encontrarse desayunando y esperando por nosotras…o en este caso por mí.

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