"Incluso si nuestros pasos no están sincronizados, quiero andar por este camino contigo."
Que riéramos juntos, que lloráramos juntos, esas simples emociones lo eran todo para mí...
¿Cuando llegará el día en que nos volvamos a ver?
Ese día te mirar...
Organizaba mi habitación con la intención de mantener mis sentidos ocupados. Hacía pocos minutos había terminado mis quehaceres del hogar y los proyectos pendientes de la escuela, así que me quedaba mucho tiempo disponible hasta la hora de dormir…lo cual para mí no es algo bueno.
Necesito mantener mi atención centrada en algo o de lo contrario comenzaré a pensar en él de nuevo…no quiero llorar otra vez.
De repente se me antoja la idea de cambiar de lugar el mobiliario de mi habitación…tal vez pueda encontrar un modo de que se vea más espaciosa,aunque eso sería complicado puesto que este no debería ser un lugar habitable…
Creo que este cuarto en particular fue construido con fines de ser un almacén pequeño o algo así. Pero no puedo a aspirar a más, en este apartamento solo hay dos habitaciones verdaderas y una le pertenece a Jae Sook y la otra al tío Kwan Chul, así que no me queda más remedio que redimirme a que he sido desplazada a este “semisótano” por llamarlo de alguna manera.
El único provecho que le encuentro, y agradezco al arquitecto por ello, es un amplio ventanal que me permite observar parte de la nocturna Seúl…
—Tal vez debería intentar algo…— susurro para mí misma mientras hago rodar por el áspero suelo la pequeña cama personal de mi propiedad con el fin de colocarla exactamente junto al ventanal.
Me gusta como luce. De esta forma puedo observar el hermoso paisaje mientras permanezco acostada, además tendré una suave brisa que me hará compañía en el sueño. Debería conformarme con eso puesto que en la habitación no tengo aire acondicionado…a diferencia de Jae Sook y del tío Kwan.
Me acomodo en el colchón mientras miro hacia las afueras de la ventana… Es hermoso el paisaje…estoy segura de que le gustaría, él siempre amó estas cosas.
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—Oye…¿Qué estás pintando?— inquiero tratando de meter mi cabeza entre el dibujo y su cuerpo en un intento por observar mejor.
—Es un paisaje, me gusta dibujar paisajes. —Contesta orgulloso meciendo su pincel.
—Wow…para tener solo 12 años pintas muy bien. —Le sonrío mientras agito mis pulgares en señal de aprobación .
—Gracias EunMi…pero… ¿Por quéno has pintado nada tú?—sus ojos oscuros escudriñan mi papel en blanco.
—Sabes que no sé hacerlo… ¡Además qué importa!
—Ya, si sigues con esa actitud despreocupada nadie querrá ser tu amigo. —dice riendo mientras niega ligeramente son su cabeza haciendo que sus cabellos castaños ondulen sobre su frente.
—¿Por qué dices eso? ¿Ya no quieres ser mi amigo?— inquiero con un puchero y mis brazos cruzados sobre mi pecho.
—Aish…claro que si quiero tontita. Seremos amigos siempre, hasta hicimos una promesa. —Contesta elevando su meñique recordando aquella tarde de hace dos años cuando acordamos decirnos todo y sellar nuestra amistad.
