Capítulo 51

512 60 130
                                    

¿Una heladería?

Ah, con que este era el sitio del que hablaba Hoseok con tanta emoción. Bueno, no diría que es el lugar idóneo para una supuesta cita o siquiera para una experiencia en pleno invierno, pero no me quejo de nada. No me desagrada el helado y al menos este lugar no queda tan lejos del hotel, podría regresar caminando. Perderme en medio de esta desconocida ciudad no es algo para lo que esté preparada.

—¿Y bien? ¿Te gusta?—me pregunta con aparente interés en cuanto entramos al pequeño recinto, notando que me he quedado ensimismada observando nuestro alrededor.

—Es muy bonito.—confieso asintiendo, sin dejar de prestarle atención a los detalles del entorno.

No miento, realmente es un sitio hermoso y acogedor. Nunca había entrado a una heladería como esta, de hecho, hace muchos años que no vengo a una. El abuelo solía llevarme a una cercana al hospital cada vez que salíamos, pero luego de que muriera eso y muchas cosas más desaparecieron de mi vida, quizás aún quedan algunas experiencias que debí disfrutar en mi niñez y que por obvios motivos no pude. Tal vez no sea la mejor elección para una cita, pero me alegro de que Hoseok me haya traído a este lugar.

El ambiente en el interior es animado y cálido, la decoración típica navideña adorna cada centímetro del local, y un olor bastante agradable a inciensos y vainilla embriaga mis fosas nasales apenas tomamos asiento en la pequeña mesa de cristal.

—¿Qué sabores te gustan?—me pregunta tomando la carta del centro de la mesa y ojeándola con su ceño fruncido.—Yo creo que pediré un Smooth Angel.

—¿Qué es?—ladeo mi cabeza al escuchar el nombre de su elección.

Inevitablemente la palabra Angel pronunciada por él me recuerda a las notas sobre mi almohada y aquella en específico que contaba sobre la existencia de los ángeles, refiriéndose a esas personas que tienen la capacidad de mejorar nuestra vida.

Sonrió un poco al recordarlo, extraño las notas sobre mi almohada, aunque no ha pasado tanto tiempo desde que llegamos aquí. Supongo que terminaron significando demasiado para mí, quizás su autor o autora podría ser mi ángel después de todo…

¿Qué estará haciendo mi ángel justo ahora?

¿Habrá seguido dejando las notas a pesar de que no estoy?

—Es helado de vainilla y zumo de naranja.

—Qué raro.—arrugo mi nariz al escucharlo. Nunca había oído hablar sobre un helado así.

—Suena extraño, pero sabe realmente bien.—confiesa.—Puedes pedir lo que quieras, pero en lo personal te lo recomiendo.—Hoseok guiña su ojo en mi dirección y sonríe.

En otras circunstancias diría que su gesto me haría sonrojar e incluso hiperventilar, pero justo ahora no hace más que sacarme una sonrisa empática. Hoseok no me es indiferente, es un chico atractivo, carismático, atento y muy agradable, además de que sentí hacia él una fuerte atracción durante mucho tiempo. Claramente que aún puedo ponerme un poco nerviosa a su alrededor, más aún teniendo en cuenta que soy alguien bastante tímida, sin embargo ahora sé distinguir el tipo de sensación a la que me enfrento. Ya no me afecta tanto como antes.

—Quizás en otra ocasión.—le sonrío un poco avergonzada, la verdad es que solamente me apetece algo sencillo.—Voy a pedir un batido de chocolate con nata.

—Está bien.—asiente cerrando la carta y colocándola nuevamente sobre la mesa.—Iré a hacer el pedido,en un segundo regreso.

Hoseok se coloca de pie y avanza hacia la caja registradora para pedir y pagar los helados. Mientras yo sitúo mi codo en la mesa y recuesto mi mentón sobre mi mano, observando los alrededores y pensando en cómo iniciar la conversación que planeo llevar a cabo de la forma más natural posible. Mi vista recae en la mesa contigua en la que una familia ríe y disfruta de sus helados con tranquilidad. Es un matrimonio joven, con dos niños pequeños de probablemente entre 6 y 4 años, una niña y un niño.

PillowTalk⚾JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora