Capítulo 60

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—¡Ahí va otro!—el entrenador hace sonar su silbato a la vez que un segundo chico se deja caer en uno de los asientos del dugout mientras sostiene su hombro y se queja adolorido.

Rápidamente Yoongi y yo nos ponemos en marcha para socorrerle, en uno de los lanzamientos ha caído al suelo sobre su propio brazo y se ha lesionado. Nosotros debemos darle primeros auxilios antes de que lleguen los paramédicos encargados de esta tarea en el partido. Actualmente este es nuestro segundo lesionado, el primero corrió una suerte similar con su pierna, justo ahora Myung Soo y la otra chica se están encargando de él mientras que los restantes de la comisión ayudamos al recién llegado.

En cuanto a ella debo decir que me tiene un poco nerviosa el hecho de que no haya intentado acercarse nuevamente o retomar el tema que dejamos pendiente en el autobús, incluso cuando a leguas se nota que muere por enfrentarme, su mirada de odio constante y sus incesantes susurros en mi dirección me lo confirman. Pero mientras estemos en el partido y en frente de tanta gente dudo mucho que haga algo, por mi parte he procurado estar lo más distante posible para evitar cualquier problema que afecte la concentración de los chicos. Sé que están pendientes a mí desde lo sucedido en el autobús, sobre todo Jungkook.

Aunque sinceramente considero que no debería haber motivo de preocupación, he de aceptar que lo que pasó cambió de cierta forma mi modo de ver las cosas… tengo más claro que nunca que no permitiré que nadie intente humillarme de nuevo. Esto solo fue una probada de cuánto puedo lograr por mi cuenta, y me ha gustado sentir que yo tengo el poder y el control de lo que quiero que suceda conmigo. Supongo que a esto se le llama crecer y sobreponerse.

—Ayúdame a recostarlo.—pide Yoongi en cuanto llegan los paramédicos y acto seguido me dispongo a acatar su orden.

Colocamos al chico con cuidado sobre la improvisada camilla y nos aseguramos de que todo esté en orden antes de que los encargados se lo lleven tanto a él como a su compañero herido.
Una vez todo vuelve a sumirse en calma, me dejo caer en mi asiento y suspiro relajando tensiones.

En realidad no todo es tan catastrófico como parece, llevamos casi dos horas de juego y estamos finalizando el séptimo inning. Ya han cambiado a varios bateadores de nuestros equipo al igual que del contrario, el único jugador que se ha mantenido fijo en su posición desde el inicio del partido ha sido Jungkook…el equipo contrario no ha logrado de ninguna forma enviarlo a la banca. Y sinceramente yo no podría estar más orgullosa y feliz por eso.

A pesar de que confío en sus habilidades y en las estrategias de juego que tanto él como Taehyung crearon, no puedo evitar sentirme nerviosa. Sobre todo cuando las cosas parecen ir tan bien…a excepción de esos dos lesionados.

Tenemos que llegar al noveno inning para finalizar el juego. Para mayor tranquilidad y felicidad nuestra, en los siete innings que llevamos el equipo contrario no ha tenido oportunidad de anotar una sola carrera, y esto se debe nada más y nada menos a que ningún bateador ha sido capaz de interceptar un lanzamiento por parte de Jungkook.

—Esto va demasiado bien.—murmura Yoongi a mi lado mordiendo sus uñas con nervios, acabo de descubrir que tiene esa extraña costumbre cuando se siente inquieto.—Espero que no alcancen a anotar ninguna carrera.—suspira y cierra sus ojos.

—Hey, relájate.—sonrío y palmeo su hombro llamando su atención.—Incluso si logran anotar una carrera ya no tienen forma de ganar, solo quedan dos innings y llevamos la delantera.

—No es solo por ganar el partido.—me aclara, cosa que me confunde ¿Acaso no es ese el objetivo de todos?

—¿Qué quieres decir?

—Mira.—me señala el centro del terreno donde Jeon se prepara para lanzar nuevamente.—No han podido interceptar ningún lanzamiento, si llegamos de esa forma al noveno inning sería un No Hit No Run.

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