El molesto zumbido se extiende más allá de mi campo auditivo y esta vez es acompañado por un peculiar sonido que roza lo hostil, es el sonido del agua...
Cada gota que cae resuena en mis tímpanos como una lúgubre sinfonía que me incita a cubrir mis oídos, es entonces cuando descubro que me cuesta mover mis articulaciones. Mis brazos se sienten pesados y con dificultad alcanzo a elevar uno de mis dedos, mi garganta arde ante la sequedad y un gemido ronco emana de la misma cuando intento emitir palabra. Con gran esfuerzo alcanzo a abrir mis pesados párpados, cerrándolos en el instante en que una cegadora luz fluorescente se estampa con brusquedad contra mis pupilas, anulando mi vista momentáneamente.
Mi pecho duele levemente cuando suspiro frustrada y me mentalizo para abrir mis ojos de nuevo. Esta vez lo hago con cuidado, despacio, hasta que lentamente se acostumbran a la intensa iluminación de la habitación en la que me encuentro. Cuando creo poder discernir con claridad lo que acontece a mi alrededor, me dispongo a observar el entorno…blanco, todo es absolutamente blanco.
Con una inmensa dificultad consigo sentarme sobre la superficie en donde me encontraba recostada, es una cama de sábanas tan níveas como las paredes de la habitación y el pijama que cubre mi cuerpo. Me quejo por lo bajo cuando una punzada en mi brazo hace que mi piel arda en una zona en específico, entonces desvío mi vista a dicho lugar encontrándome con la intravenosa perforando mi carne. Siguiendo la estructura tubular que se pierde en el interior de mi vena hasta un costado de mi cama, diviso el líquido transparente deslizarse dentro de la venoclisis e iniciar su recorrido en el gotero que cuelga de la bolsa en el porta suero.
Mi atención se pierde en las gotas de solución salina que caen con parsimonia, y entonces asocio ese irritante sonido con uno de los causantes de mi despertar, al igual que el zumbido proveniente de uno de los bombillos en la lámpara de techo que parece que desfallecerá en cualquier instante. Junto a la cama hay un humificador y unos cuantos juguetes que reconozco al instante, sin embargo no recuerdo haberlos traído…a decir verdad ni siquiera sé cómo terminé nuevamente en esta habitación de hospital.
Con mis temblorosos dedos intento tomar a Luna, pero en cuanto noto que la intravenosa limita mis movimientos no dudo en desprenderla de mi brazo. El abuelo se molestaría, pero en realidad no me gusta tener esa cosa dentro de mi piel.
Luna es muy bonita, fue un regalo de mi madre el día de mi cumpleaños…hace solamente un mes.
"Belleza plateada"
Ese sería el verdadero significado de mi nombre…recuerdo que mamá solía decir que era muy hermoso porque le recordaba a la luna, así que acordamos darle ese nombre a la muñeca. Eso fue lo último que hicimos juntas, antes del incendio…
Este lugar me asusta, cuando estoy sola el hospital no es tan acogedor como cuando Jin o el abuelo me acompañan, y el zumbido de la lámpara mezclado con el sonido de las gotas retumbando en el silencio podría jurar que acabarán con mi cordura en cualquier instante. Bajo mis pies y los dejo colgando de la cama mientras que con la mirada busco mis zapatos, pero no soy capaz de verlos incluso cuando reviso con ahínco. Así que resignada y sin intenciones de permanecer un segundo más aquí, termino por apoyar las plantas de mis pies en las frías y pulidas losas del suelo para salir en busca del abuelo.
La gélida sensación que perfora mi piel en el acto hace que un escalofrió recorra mi columna, así que tomo a Luna y la arropo entre mis brazos buscando calor antes de colocarme de puntillas para abrir la enorme puerta y salir al exterior del corredor.
Reconozco el Corredor B, porque es donde Jin trabaja y a veces vengo a pasar tiempo con él cuándo el abuelo está ocupado. Como de costumbre está prácticamente vacío, así que al no saber qué dirección seguir, avanzo hacia el despacho de Seokjin para ir en su busca.
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PillowTalk⚾JJK
Fanfiction"Incluso si nuestros pasos no están sincronizados, quiero andar por este camino contigo." Que riéramos juntos, que lloráramos juntos, esas simples emociones lo eran todo para mí... ¿Cuando llegará el día en que nos volvamos a ver? Ese día te mirar...