One Million Dollar Baby (Duki)

7.

Estaba aburrida. Nadie parecía necesitarme en el hospital por ahora, así que me senté en la silla de recepción y esperé a que hiciese falta.
Mi otro compañero, también aburrido, había decidido jugar mientras esperábamos a que algo pasase, ya que también habíamos ordenado todos los papeles posibles.
Resoplé y saqué mi celular del bolsillo para ver si tenía una notificación, pero nada. Lo dejé en la mesa y seguí jugando con el bolígrafo que tenía.
De repente, el teléfono comenzó a vibrar en la mesa un par de veces, dándome curiosidad por quién me había mandado tantos mensajes seguidos.
Número desconocido.
¿Sos la chica del boliche?
¿La de las cajas?
Soy Duki.
Mauro.
¿Era verdad esto? ¿Me acababa de mandar unos mensajes el mismísimo Duki? Hacía dos días que lo había vuelto a ver y que le di mi número de teléfono, pero como no me dijo nada ni lo volví a ver simplemente olvidé lo que pasó y pensé que sólo fui curiosidad para él.
Pero no, después de todo este tiempo me estaba mandando mensajes para saber si era yo. Miré su foto de perfil sin creermelo aún y me di cuenta de que no, no estaba mintiendo. Aunque a lo mejor podría estar falsificandolo.
Número desconocido.

¿Sos vos de verdad?

¿O sos un wachín con ganas de hacer jodas a cualquiera?

No.
Soy yo.
Mirá.
Y lo siguiente que me mandó fue un vídeo de él colocándose el pelo, tirado en una cama que no sabía si era la suya o de otra persona. Pero, parecía real.

Está bien.
Te creo.
Espero que no seas un viejo o algo así.

No no.
Tranquila.
Estaba re al pedo no sé.

¿No tenés que grabar nada?

Por ahora no.
Tampoco me apetece.
Así que nada, acá estoy.

Qué bueno.

¿Vos?

Nada, laburando.

¿En el hospital?

Claro.
De enfermera.

Ya ya.
Me acuerdo que me lo dijiste.
¿Y qué onda por allá?

Nada nuevo.
Todo tranquilo.

Mejor.
Ché.
¿Tenés algo que hacer hoy?

¿Hoy?

Para vernos.
Si querés obvio.
Todavía no me estaba creyendo que estuviese hablando con él por mensajes, que tenía su número y parecía ser verdad y no alguien con ganas de una broma.
Y ahora, me pide de vernos hoy, cosa que todavía no sabía si podía porque aunque mi turno estaba por acabar en una hora, no sabía si mi hermano o Bruno me necesitarían para algo.

No sé.
Pero si puedo te digo.

Por favor.
Me aburro acá.

¿Y qué te hace pensar que te voy a divertir?😂

No sé.
¿Pero no se pierde nada no?

Está bien.
Ya te digo cuando termine de laburar.

Listo.
Voy pensando que hacer.
Sonreí leyendo como, aunque no lo tenía del todo confirmado, no le importaba y seguía a lo suyo. Aunque seguramente se quedaría en esa cama tranquilo o haciendo otros planes para luego ver a dónde ir. Tampoco podía esperarme mucho de alguien que acababa de conocer y sólo lo había hecho antes por entrevistas, videos o canciones.
Si algo tenía en cuenta era que no los famosos vistos en una pantalla de un celular o un televisor no son lo mismo que en persona. En los vídeos de Instagram puede estar todo el día drogado y luego en realidad no consumir tanto o ser una persona con buen carácter y luego acabar siendo todo lo contrario.
Al final, tampoco nos conocíamos de nada, sólo yo a él y de esa forma. Me había visto un par de veces, pero no le importó y a la segunda fue directo a tener algún contacto conmigo que no fuese aleatorio en una calle o un boliche.
Me olvidé de lo acababa de pasar y esperé a que mi turno acabase. Cuando esto sucedió, me despedí de mi compañero y salí del hospital para entrar en mi auto e ir directa al taller.
- Buen día.
- Que buena onda ché.
- ¿Pasó algo?
- ¿Tan raro es qué esté feliz?
- Bueno, no sé, es mucha felicidad.- puse los ojos en blanco y Bruno rió, dejando de aflojar una de los ruedas de un auto para levantarse y venir hacia mí.- Pero estás re linda así.
- ¿Y de otras formas?
- También, pero más si estás feliz.
Sonreí y él también antes de acabar de acercar mi cuerpo al suyo por sus manos en mi cintura y besarme.
- Bueno, ya.
- Dale, Lautaro, sos mayor ya para andar así.
- Pero no coman delante de los pobres, pelotudos.- Bruno y yo reímos y él negó con la cabeza.- ¿Y qué hacés vos acá?
- Terminé el turno y vine acá.
- ¿Para?
- ¿Me van a necesitar para algo?
- Si te referís acá...no y sí es de lo otro hoy no creo que vayamos.
- Igual yo te necesito siempre.
- Exceso de azúcar, por favor.- Bruno y yo volvimos a reír por Lautaro.
- Bueno, entonces me voy.
- Chao.
- Chao, linda.
Me despedí con un beso de Bruno y con la mano de Lautaro, volviendo a mí auto. Manejé tranquila hasta mi casa y ya allá, mientras cocinaba, saqué el celular para volver a hablarle sin estar muy segura de si era mejor esto o simplemente olvidarse de que estaba pasando y hacer como si nada, ignorándolo.
Duki/Mauro.

Al final puedo.
Si seguís queriendo verme digo.

Dale.
Luego te digo la hora y dónde.

Vale.
Chao.

Chao.
Suspiré y dejé el celular a un lado, intentando controlar mis nervios sin creerme nada de esto. O no querer creermelo.