10.

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- ¿Y qué vas a hacer ahora?
- Nada, saldré con mis amigos.
- Mañana te veo para desayunar, ¿Sí?
- Vos tranquilo que voy a estar bien.
- Está bien...nos vemos mañana.
- Chao.
- Chao, te quiero.
- Yo también te quiero, chao.
Y terminó la llamada. Suspiré y dejé el teléfono en la cama, levantándome para verme una vez más en el espejo de mi habitación.
Volví al baño para terminar de arreglarme, saliendo justo a la hora que Benjamín me había mandado un mensaje para decirme que estaba fuera esperándome.
Terminé de guardar mis cosas en un bolso pequeño y fui a abrirle, encontrándomelo apoyado en el marco de la puerta mientras fumaba.
- ¿Lista?
- Vos dirás.
- Más que lista.
Sonrió mirándome de arriba abajo y yo sonreí también, yendo a su lado hasta su auto. Ya que iba a por Martina, que era la única que no manejaba del grupo, pasó a por mí y así me evitaba ir yo en mi auto.
A los pocos minutos, los tres ya estábamos subidos y yendo ahora a casa de Thiago, donde iba a ser la previa. Cuando llegamos, no éramos los únicos, sino que Thiago había invitado a más gente que aunque los conocíamos, no eran del grupo, pero no importó.
Comenzamos a beber mientras intentaba hablar con todos antes de que el alcohol y la música alta no me dejase en el boliche. Tras un tiempo allá, volvimos cada uno al auto que lo llevaba y quedamos en ir a un boliche que estaba cerca de la casa de Thiago.
Benjamín aparcó y al mismo tiempo el auto de Sofía comenzaba a hacerlo a nuestra derecha. Esperamos a que ella y Valentina bajasen del auto para ir los cinco juntos a esperar a entrar y a qué llegasen los demás.
Más tarde, ya con todos de nuevo juntos, pudimos entrar. Benjamín desapareció a los pocos segundos, mientras que los demás nos fuimos a la barra a pedir la bebida antes de ir cada uno por su lado.
Yo me quedé con Sofía bailando, uniéndose más tarde a nosotras una de las chicas que Thiago había invitado y después otro de sus amigos.  Cuando me cansé, decidí ir a la barra a beber, pero Joaquín me salvó y una vez mi vaso volvía a estar lleno, me llevó con él a dar una vuelta por el boliche.
A veces, parábamos para hablar entre nosotros, beber o bailar antes de seguir conociendo a gente por el camino sin llegar a nada. Hasta que él pareció conseguir la atención de una chica, dejándome poco a poco hasta que quedé sola en mitad del boliche.
Como punto de referencia y con mi vaso otra vez casi vacío, volví a la barra para rellenarlo e ir por ella hasta que viese a alguno de mis amigos o alguien que conociese con quién irme y no quedarme completamente sola.
A lo lejos, pude visualizar después de unos minutos a Thiago bailando con Sofía. Lentamente, fui hacia ellos, esquivando a todos los que podía hasta que pude llegar donde estaban, encontrándome con que Martina estaba detrás, bailando con otro chico que no conocía.
Les conté sobre Joaquín y entonces, parecía que Sofía también quería tener éxito y me dejó a solas con Thiago, mi mejor amigo.
Estuvimos bailando un tiempo hasta que él necesitaba ir al baño y más tarde a la barra, ya que su vaso estaba completamente vacío y si seguís bebiendo del mío, los dos nos quedaríamos sin nada.
Le acompañé hasta el baño, quedándome fuera esperando hasta que volvió junto a mi. Entre risas, fuimos a la barra para pedir una ve más y quedarnos allá.
- ¿Y no le dijiste que venías de joda?
- No es una joda, es una reunión de amigos.
- Bri.
- Es broma, es broma, no, no le dije nada.
- ¿Y por qué?
- No sé, le dije que iba a salir con todos, se lo habrá supuesto.
- Igual que vos supusiste que iba a hacer una fiesta y se olvidó de ti.
- Es una fiesta, sólo que pensó que estaba molesta y me mintió diciendo esa boludez de que es una reunión de amigos.
- Sí, la verdad es que no es la mejor escusa.
- Pero ya fue, no me voy a enojar ni molestar, él puede hacer lo que quiere, ¿No?
- Hombre, todo, todo...no.
- Dale, Thiago, estamos en un boliche de fiesta, dejá de pensar en mi novio cuando ni yo lo hago.
- Está bien...¿Me acompañas afuera a fumar? Me estoy mareando ya con tanta música y luces.
- Está bien.
Sonreí viendo el poco aguante que tenía, después, le acompañé como le dije.
En el camino, los encontramos con Sofía y Valentina, pero ellas no salieron con nosotros, así que seguimos solos el camino. Afuera, por fin se encendió el cigarro mientas yo le miraba apoyada en la fachada, sintiendo el cansancio y el frío que dentro no parecía notar.
- Voy a durar poco hoy.
- Dale, Thiago.
- Estuve todo el día laburando, tengo la espalda hecha una pi...
- Ya, ya lo he entendido, estás cansando.- le interrumpí.- Pero una noche es una noche.
- ¿Y qué tiene esta noche de especial?
Levanté los hombros sin saber que responder y él sonrió, negando con su cabeza.
De repente, alguien parecía llamarlo de lejos y él desvió su mirada para dejarme sola e ir a saludar a aquella persona, quedándose hablando con ella.
Suspiré, sola de nuevo, mirándole de lejos, cuando de repente le vi bajar de un auto riendo y con lo que parecía desde acá un cigarro.
Se colocó su campera y siguió hablando con sus amigos como si nada mientras iban hacia la puerta, donde ya le estaban esperando para asegurar que la gente no iba en grupo hacia ellos, haciéndoles imposible la entrada al boliche.
Yo desvié la mirada en el momento que vi que él desviaba la suya de la puerta, posiblemente pudiéndose encontrar conmigo a lo lejos, aunque era improbable eso por lo lejos que estábamos.
- Bri.- pero nada es imposible.
- Hola.- levanté mi mirada de nuevo para ver cómo se acercaba, dejando a alguno de sus amigos esperándolo.
- ¿Qué hacés acá sola? ¿Otra vez esperando un taxi?
- No, no, es temprano para irse todavía.
- ¿Entonces?- preguntó sonriendo.
- Esperando a un amigo.
- Tú novio.
- Un amigo, mi novio no está acá.
- Suena feo eso.
- ¿El qué?- pregunté confundida y él sonrió más.
- Como lo dijiste, parece que hubo problemas.
- No...no, la verdad que no.
- Bueno, yo estaré dentro, les diré que si alguien se llama como vos la dejen pasar.
- Cuidado, a ver si se te va a llenar la zona VIP de Brisas.
- Entonces salgo yo y te busco, porque igual entre todas te voy a reconocer.
- Está bien.
Él sonrió de nuevo y le dio una última calada a su cigarro delante de mí, porque después se giró y volvió con sus amigos a la vez que Thiago venía hacia mí.
- ¿Ese no era Duki?
- Es una larga historia.
- ¿Conoces a Duki?
- Algo así.
- Dale, Bri, estaban hablando.
- ¿Entonces para qué preguntas?
- Para que me expliques.
- Ahora.- levantó sus hombros y resoplé.- Mejor mañana, ahora adentro.
- Dale, Bri, estoy re cansado.
- Un rato más, sólo un poco más.- agarré su mano y sonreí como una nena.
- Está bien, sólo un poco más.
Sonreí más aún y tiré de él hacia el boliche en una noche que parecía que apenas comenzaba.

One Million Dollar Baby (Duki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora