- Ché, Bri.
- ¿Qué?
- Vas a ganar eh.
- No es eso lo que me preocupa ahora mismo.
- Dale, que esté no significa nada.
- Tengo que verlo, con eso me basta.
- No puedo hacer nada, por mucho que le diga que no vaya ya sabés cómo es...
- Ya sé, ya sé, no pasa nada, terminara carrera y me iré.
- ¿Vamos?
- ¿Ya?
- Vamos a llegar tarde sino.
Suspiré y asentí. Lautaro me sonrió y se quitó del auto para darle la vuelta y entrar los dos a la vez.
Me coloqué el casco mientras que él limpiaba un poco los espejos con uno de sus trapos sucios y después, arranqué y comencé a manejar a donde era la carrera.
No me importaba si perdía o si se estropeaba el auto, lo que más me importaba ahora era que iba a volver a ver a Bruno por mucho que Lautaro le dijo que ya no hacía falta que fuese.
No quería verlo ni saber de él y menos ahora que poco a poco me voy sintiendo mejor sola y sobretodo sin él. Pero sabía que ese miedo se sustituirá por el manejar a tanta velocidad en cuanto comience la carrera de verdad y más cuando habían decidido uno de los circuitos más difíciles del barrio.
Poco a poco, comenzamos a oír a la gente mientras nos acercábamos a dónde estaban todos hasta que llegamos. Entonces, como de costumbre, se acercaron lo que nos apoyaban y los demás se quedaba separados y en grupo, mirándonos mientras que mi hermano y yo salíamos del auto a saludar.
Fue ahí cuando no me importó la mirada del otro que iba a manejar hoy, ni siquiera me paralicé por él, sino por sus ojos fijos en mí entre la multitud.
No le dije nada y él a mi tampoco, sólo nos miramos por unos segundos hasta que Lautaro volvió a llevarse mi atención.
- Cuando quieras empezamos.
- Yo ya estoy lista.- respondí al pibe que iba a hacer la carrera conmigo.- Suerte.
- Te diría lo mismo pero...- hizo una mueca y yo fruncí el ceño, haciéndolo sonreír al momento.- Joda, suerte igual.
Nos conocíamos de antes a pesar de que no fuese del mismo barrio, de eso se trataba, de hacer carreras entre barrios. Pero, a él lo conocía del colegio, así que no podía tratarlo de la misma manera que los desconocidos con los que he competido.
- ¿Estás lista?- preguntó Lautaro.
- Sí, sí, lista.
Sonrió y yo me puse el casco para después subirme al auto. La gente comenzó a alejarse a la vez que nosotros nos acercábamos a la línea de meta.
Unos segundos después, dieron la salida y arranqué lo más rápido que pude, aunque la ventaja era de él. Cómo éramos sólo dos esta noche, la carrera sólo serían dos vueltas también, ya que tampoco queríamos alargarlo mucho y más cuando comienzas a marearte ya de hacer el mismo camino siempre.
Por suerte, pisé el acelerador y pude adelantarlo a los pocos segundos por los segundos, tomando distancia por un momento.
Cuando la primera vuelta pasó conmigo manejando un poco torpe pero la primera, él comenzó a tomar ventaja hasta que nuestros autos se quedaron en paralelo, lo que hacia más difícil este circuito.
Intentaba ignorar mi miedo a los accidentes en estas carreras y enfocarme en la carrera, pero no podía evitar pensar en lo peor cuando él se acercaba a mi auto o tenía que ir hacia atrás en las curvas pero lo hacía al último segundo.
Fue entonces cuando, el la última curva y de las más cerradas que había, me cansé de la tensión y decidí acelerar más para terminar por adelantarlo aún sabiendo lo difícil que era manejar un auto en una curva a toda velocidad. Pero, por suerte, llamé al infierno y nadie respondió, llegando primera a la meta y ganando la carrera.
Poco a poco, fui frenando el auto mientras respiraba más tranquila, relajándome por completo cuando lo terminé por aparcar y todos se acercaron a verme.
Suspiré y me quité el casco, sonriendo porque al menos había llegado viva. Abrí la puerta y con torpeza por los nervios que se iban yendo, salí por fin del auto, sonriendo más cuando mi hermano fue el primero en abrazarme, levantándome del suelo como solía hacer.
Después, saludé a todos los demás y con el que había competido, ignorando la presencia a lo lejos de Bruno, que no se acercaba mucho al lugar.
Fue entonces cuando, girándome hacia la salida, pude verlo apoyado en un árbol mientras fumaba tranquilamente con su mirada a dónde estábamos.
Sonreí al reconocerlo nada más lo vi, dejando a los demás para correr hacia allá, viendo cómo de camino él tiraba el cigarro al suelo y se quitaba del árbol.
- ¡Mauro!- lo abracé sonriendo y él rió.
- Felicidades, tarada.
- ¿Me viste?
- De lejos, sí.
- ¿Y qué hacés acá, gil? ¿No sabés que te pueden ver? ¿Sabés el quilombo que se va a armar en cuanto te reconozcan?
- ¿Y? Quería verte.
- Pero ya te enseñé como manejaba.
- Pero no como competías.- sonreí negando con la cabeza.- Dale, lo hiciste bien.
- Gracias, gracias, cuando quieras te llevo a casa.
- No me parece mal eso eh, pero con una condición.
- ¿Cuál?
- Te tenés que quedar contigo.- sonrió y yo puse los ojos en blanco, haciéndolo reír hasta terminar por abrazarme.- Joda, joda.
- Unas ganas que tenés...
- Me muero.
Reí y él sonrió. Cuando me giré para ver a los demás, pude respirar tranquila viendo cómo la mayoría estaba con otros temas, sin darse cuenta de que estaba acá. Pero no todos.
Lautaro sonreía mirándonos mientras hablaba con alguien y él me miraba fijamente, ignorando a alguien que lo estaba hablando para tan sólo fijar sus ojos en mi de una forma que nadie querría que alguien le hiciese, con todo su cuerpo quiero y su cara seria.
- Ché, Mauro.
- ¿Qué?
- ¿Nos vamos de acá?
- ¿No era joda?
- Vos decidís.
Él sonrió y yo, que lo único que quería en ese momento era irme de allá, lo miré esperando que lo aceptase. A los pocos segundos, me agarró de la mano y comenzó a andar para irnos juntos de allá, caminando para hablar y reír mientras íbamos a su casa sin necesidad de estar sobre cuatro ruedas a pesar del largo camino.
Cuando llegamos a su casa, puso música, tomamos, él fumó y yo acabé por poner una película hasta quedarme dormida.
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One Million Dollar Baby (Duki)
FanfictionBrisa o como le decían sus amigos, "Bri", tenía toda su vida resuelta. Su familia estaba bien y la apoyaba en todo, ayudaba a su hermano pequeño con su trabajo cuando podía, llevaba dos años con su novio y laburaba en un hospital como enfermera desp...