Desperté lentamente sin necesidad de la alarma porque o era más tarde o demasiado temprano. Resoplé y me senté en la cama recordando poco a poco lo que pasó ayer antes de decidirme a ver la hora.
Más tranquila al ver que todavía no era la hora de levantarme, me volví a tumbar para recordar una vez más lo que pasó.
Después de que Mauro se subiese a mí auto, manejé hasta mi casa y acá curé tanto el labio y la ceja rota de mi hermano como los sitios donde ya se podía ver qué le habían golpeado a Thiago, poniéndole un poco de hielo porque no podía hacer mucho más.
Mauro no tenía nada a pesar de que fue él quien comenzó todo, así que directamente se fue a mi habitación y se durmió en mi cama mientras que yo me iba en auto con Sofía y Thiago para llevarlos a la casa de ella y volver una vez más a la mía. Cuando entré, Lautaro ya se había dormido en mi sofá y yo no tuve otra que ir a mi cama y por suerte pude acostarme sin despertar a Mauro, durmiendo hasta ahora.
Suspiré y me giré para ver cómo me daba la espalda, durmiendo para el otro lado. Hasta ese momento no me había acordado de todo lo que había ocasionado las peleas de ayer, exactamente Bruno siéndome infiel.
Después de todo el tiempo que habíamos pasado juntos, de las veces que me hizo creer que no había nada con nadie más que conmigo, acabó engañandome y fingiendo todo lo que sentía como siempre me había avisado Mauro que hacía. Y no fue hasta que él vino a mi vida que no me di cuenta de todo.
Había estado dos años con alguien que no le importó traicionarme con otra o más que sólo una chica, tirando todo este tiempo juntos a la basura.
Me levanté de la cama y decidí salir de la habitación para no molestar a Mauro, yendo hacia el salón donde Lautaro dormía aún.
Me senté en uno de los sillones y me acerqué a la mesa para agarrar mi teléfono y ver todos los mensajes y las llamadas que tenía de parte de Bruno preguntándome donde estábamos mi hermano y yo. Obviamente, ignoré todo y dejé de nuevo el teléfono en la mesa para pensar que iba a hacer ahora.
No iba a volver con él, nunca lo haría si alguien me engañase. Siempre le dije que si algún día le dejaba de gustar lo mejor que podía hacer era dejarme y no hacerme sufrir mientras me engañaba con otras y él siempre me prometió que nunca me engañaría con otra porque sólo podía estar conmigo, que yo era la chica que había estado esperando todo este tiempo y ahora me doy cuenta que no eran más que mentiras.
Me engañó en la cara con todas sus mentiras y a las espaldas con todas las chicas que seguramente ha visto en un tiempo que ni lo sé ni quiero saberlo. Y ahora no quedaba más que terminar con esta relación que tanto bien me hizo.
Sin poder soportarlo más, las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos recordando todos los momentos juntos, sobretodo el principio. Siempre estaba a mi lado, ayudándome en todo lo que podía y cuidándome sin yo pedírselo, haciéndome feliz cuando podía. Luego la relación se fue desgastando, pero cuando le veía parecía que nada había cambiado. Parecía.
Rompí a llorar cuando me di cuenta de lo que había perdido anoche en el mismo momento que lo vi. Fue por mis sollozos que Lautaro despertó aturdido y con los ojos entrecerrados hasta verle llorando.
- Brisa.- sin decirle nada, se levantó algo adolorido y se acercó a mí a abrazarme lo más fuerte que podía.- Ya está, no pasa nada, todo está bien.
- Me ha engañado, Lau...- susurré, haciendo que se separase y me mirase sin soltar mis manos.
- Si te ha engañado él se lo pierde, Brisa, pero suficiente daño te ha hecho ya engañandote como para ahora encima llorar por alguien que no lo merece, ¿No crees?
- Supongo.
- No, nada de supongos, llorar por él es una perdida de tiempo, te lo juro.- y volvió a abrazarme, dejándome en su hombro durante un tiempo largo.- Él se lo pierde, de verdad, es mejor no llorar por ese pelotudo.
- Pero yo le quiero...
- Y ya sabés que es mejor no hacerlo, así que a partir de ahora intenta olvidarlo y poco a poco te dolerá menos, ¿Sí? Confía en mí.
- Pero...
- Nada, Brisa, nada, llora lo que tengas que llorar y después deja que todo se vaya pasando.
Asentí sin soltarlo y lentamente me fui separando del abrazo hasta poder mirarlo de frente, sonriendo levemente.
- Tenés todo el labio hinchado.
- Me operé sin quererlo.
- Pelotudo.- rió levemente y yo sonreí.- Verás cuando te vean nuestros padres.
- Bueno, lo entenderán, ya sabés que siempre lo hacen.
- O al menos lo intentan.
- Oye, ¿Te puedo preguntar algo?
- ¿Qué?
- ¿Es verdad que ayer estaba Duki con vos o fueron alucinaciones mías?
- No, no fueron alucinaciones.- negué entre carcajadas.- Está acá, en mi cama.
- ¿Qué?
- Vino con nosotros, ¿No te acuerdas?
- A esta hora de la mañana y con todo lo que pasó, lo último que me acuerdo es de irnos de allá corriendo pero no sé cómo ni quienes.
- Ya te lo contaré todo.
- ¿Pero vosotros...?
- ¿Qué?- sonrió y yo puse los ojos en blanco.- No, somos sólo amigos.
- Pues ayer fue el que más te defendió.
- Y siendo famoso puede traerle problemas.
- Y aún así lo hizo.- sonrió aún más y yo negué con la cabeza.- Bueno, bueno, yo sólo decía
- Vamos, anda, voy a cambiarme de ropa y te llevo a casa.
- ¿Y él?
- Le dejo una nota o le aviso por el celular, dudo que quiera robar algo de acá.
- Pelotuda.
Rió y yo sonreí, levantándome del sillón mientras me quitaba las últimas lágrimas que salían de mis ojos. Fui a mí habitación y agarré mi ropa para cambiarme en el baño, así no me veía si se despertaba.
Después de eso y ya más tranquila, le dejé una nota en la mesita de luz y luego agarré las llaves de mi auto para ir con mi hermano hasta casa de mis padres, que todavía estaban dormidos cuando llegamos.
Me despedí de él y me volví a mi auto para manejar de vuelta a mí casa. Cansada porque no siquiera tenía que despertarme a estas horas, abrí la puerta para encontrarme a Mauro saliendo de mi habitación.
- Bueno, así se levanta uno mejor.
Dijo con voz de recién despertado, sonriendo con sus ojos entrecerrados y su pelo despeinado. Y yo, viéndole así y tras lo que dijo, no pude evitar reír mientras negaba con la cabeza antes de acercarme a él y abrazarlo como buenos días tras tanta tormenta.
ESTÁS LEYENDO
One Million Dollar Baby (Duki)
FanfictionBrisa o como le decían sus amigos, "Bri", tenía toda su vida resuelta. Su familia estaba bien y la apoyaba en todo, ayudaba a su hermano pequeño con su trabajo cuando podía, llevaba dos años con su novio y laburaba en un hospital como enfermera desp...