- Todavía no me puedo creer que no me lo contarás.
- Dejá de ser tan dramático.
- Ni se lo contaste a tu novio.
- ¿Tengo que contarle todo?
- No, pero no sé, Bri, estamos hablando de alguien como Duki.
- Mauro.
- ¿Eh?
- Lo llamo por su nombre, Mauro.
- Bueno, pero vos lo conocés, yo no, para mí sigue siendo uno de los grandes de la escena del trap argentino.
- Ya, ya, me he dado cuenta.
Chasqueó su lengua y se pasó lentamente sus manos por su pelo, mirándome mientras parecía que reflexionaba sobre algo que en realidad, no era más que algo de mi vida, no la suya. A su vez, yo aprovechaba para beber un poco más del fernet que estábamos compartiendo.
- Es que...estamos hablando de Duki, dale.
- Ya lo sé, para mí todavía se me hace a veces raro cuando pienso mucho en eso.
- Y tanto, pero lo peor es que no me dijiste nada.
- Lautaro, por favor.
- Dale, soy tu hermano, ¿Ni un poco de confianza me tenés?
- En estas cosas no.- frunció el ceño y yo sonreí.- Nada más lo has sabido no has parado de preguntar y por suerte, te has esperado al día siguiente y no lo hiciste directamente mientras cenábamos con nuestros viejos.
- No soy tan dramático.
- Claro que no, vos nunca.- afirmé con sarcasmo, haciendo que volviese su cara de serio.- Lautaro, sos un fan de loco.
- Tampoco es para tanto.
- Dale, Lau.
- Bueno, no sé, nunca se tenido a un famoso tan cerca como ahora.
- Es que no está cerca de vos, soy yo quien le ve.
- Mi hermana mayor por segundos.
- Minutos, más bien.
- Bri.
Resoplé poniendo los ojos en blanco y volví a beber, dejando que siguiese preguntándome por qué no le conté antes y sobre cosas de él como había hecho desde que esta mañana me sorprendió, diciendo que quería cenar conmigo. Aunque en realidad, yo ya sabía a qué venía.
Pero, le dejé pasar y desde entonces, no ha parado de hablar sobre eso sin cambiar por un minuto de conversación. Al final hasta yo misma me había comenzado a molestar de que le llamasen Duki y sólo porque no sé cuántas veces él lo ha nombrado.
- Lautaro, pará un toque, ¿Querés?
- Perdón, perdón...pero es que...
- Ya sé, ya sé, ya me has dicho todo, ¿No te parece? No te dije nada por esto mismo y ahora que ya lo sabés tenés suerte de que haya decidido contártelo, porque podría haberte engañado con cualquier cosa.
- Literalmente, te vi bajándose de su auto.
- No era su auto y tampoco lo viste bien, porque sino no me hubieras preguntado.
- Lo que digas.- esta vez, fue él quien bebió, casi acabando el vaso de botella cortada.- Igualmente, ¿Por qué no se lo dijiste a Bruno? A mí...bueno, ya sabés cómo me pongo, pero él no.
- Ya, bueno, tampoco nos estamos viendo mucho últimamente.
- ¿Pasó algo?
- No, pero con los laburos y demás...bueno, nos vemos cuando podemos y para ese entonces prefiero ocultarle otras cosas que no tengan que ver con nosotros.
- No vería el por qué.
- Porque para el poco tiempo que estamos juntos prefiero que no haya distracciones, básicamente.
- Bueno, eso tiene más sentido.
- Lo sé, lo sé.
- Pero se lo tendrás que contar, ¿Él lo sabe?
- ¿Quién?
- Duki, Mauro, como quieras llamarlo.
- Sí, sabe que tengo novio, pero todavía no lo ha conocido, obviamente.
- Si Bruno conoce antes a Mauro que yo con tu ayuda vos y yo ya no somos más hermanos.
- Díselo a mamá a ver, o a papá.
- Pelotuda
Reí y finalmente, me acabé yo el vaso. Después de eso, se movió de lado para sentarse en el sofá y ver una película contigo antes de que cayese dormida, apoyada en su hombro.
Después, cuando me desperté porque ya se había acabado y Lautaro se movió, nos pusimos a jugar a la Play hasta que se tuvo que ir. De nuevo, me quedaba sola, pero su larga y monótona charla con él por horas me había dejado cansada y no quería ver mucha gente más.
Así que, ahora que tenía tiempo, me puse a limpiar la casa para acabar tumbada en el sofá, aún más cansada que entonces. Fue ahí cuando Mauro se comunicó por fin conmigo, mandandome un par de mensajes que dio para una conversación de largo tiempo y que acabo finalmente por mí culpa, al volver a quedarme dormida.
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One Million Dollar Baby (Duki)
Fiksi PenggemarBrisa o como le decían sus amigos, "Bri", tenía toda su vida resuelta. Su familia estaba bien y la apoyaba en todo, ayudaba a su hermano pequeño con su trabajo cuando podía, llevaba dos años con su novio y laburaba en un hospital como enfermera desp...