- ¿Sabés que estuve hablando con Bruno?
- ¿Eh?- me miró confundido desde el asiento del copiloto, a la vez que los demás dejaban de hablar atrás
- Sí, ayer.
- ¿Y cómo? ¿Dónde?
- Me aburría y fui a ver el auto de las carreras.
- ¿Y él?
- Él vino después y me encontró allá, cuando tuvisteis un descanso me dijo
- ¿Y de qué hablaron?- me preguntó ahora Thiago, atendiendo a la conversación de mi hermano y mía.
- De nada en especial...la verdad, fue un poco extraño.
- ¿Por qué?
- Porque fue como echarnos algunas cosas en cara, pero de forma amable.
- ¿Cómo?
- Pues que estuvimos diciendo lo que el otro hacía antes cuando estábamos juntos y ahora ha cambiado, hasta se enteró de que ahora estaba con Mauro.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?
- Porque me llamó y justo él estaba manejando el auto y me había dejado el celular allá.
- ¿Y contestó?
- No, eso no.
- Menos mal...
- Sería una pelotudez.- le contestó directamente Lautaro a Thiago.
- Ya, bueno, pero es que él es un pelotudo.
- Eso no lo niego.
- Es tu amigo.- sonreí mirándolo por unos segundos.
- Bueno, pero si lo es lo es, yo lo quiero y todo lo que diga pero te engañó al final y la familia va antes.
- Pues no sé qué hacés con él entonces.
- Bueno, es que Bri no me deja que lo ignore.
- Si querés podés hacerlo, pero no te lo recomiendo.
- ¿Y por qué?
- Bueno, porque tampoco hay que romper relaciones con alguien porque a un conocido tuyo le haya hecho algo malo.
- Pero vos no sos conocida y no hizo algo malo, no discutió con nada o hizo alguna boludez, directamente destruyó vuestra relación engañandote.
- Si te soy sincera, esa relación tenía poca duración ya.
- Opa.- Thiago dejó de mirar a mi hermano para mirarme a mí, sorprendido.
- Primera noticia de eso ché.
- Bueno, porque ni yo me di cuenta hasta ahora.
- Ya...uno empieza a pensar y se pierde.
- Sobre todo cuando me aburro y no está Mauro conmigo.
- Bueno, pues ahora ya no te aburrís más y dejas de extrañarlo, dale, todo el mundo abajo.
Avisó Benjamín tocando mi hombro antes de abrir la puerta de mi auto, ya que habíamos llegado por fin al aparcamiento del boliche donde habíamos quedado.
Suspiré y bajé después que mi hermano, saludando a mis otros amigos que fueron en otro auto por poco espacio. Finalmente, nos juntamos todo el grupo y fuimos a la entrada para acabar, como siempre, en la barra para empezar la noche.
Después de tomar un poco, decidí dar una vuelta junto a Martina, pero la acabé perdiendo por el camino al dejarla con un chico, yéndome sola de vuelta a dónde estaban los demás. Eso me hacía acordar a cuando Bruno me dejaba sola o me perdía de dónde estaban mis amigos y como siempre, ahí estaba Mauro para aparecer como por arte de magia y estar conmigo hasta el final. Fue ahí donde todo empezó.
Sonreí recordando aquello, ignorando por un momento la conversación que tenían mis amigos en la barra, luchando porque se les escuche por encima de la música.
Finalmente, decidimos ir a bailar un tiempo mientras que nuestros vasos se vaciaban y cada uno se iba perdiendo, yendo a dar una vuelta para volver después o simplemente irse detrás de algún chico o alguna chica para no volver a saber nada más de él o ella.
Hasta que, como se podía ver mientras transcurría la noche, el after que teníamos decidido que íbamos a hacer parecía que sólo iba a ser con Thiago, mi hermano Lautaro y Valentina junto conmigo.
Algo cansados, decidimos ir directamente a beber, aunque yo me controlaba por tener que manejar después. Y al final, acabamos fuera los cuatro con Thiago y Valentina fumando mientras mi hermano y yo sólo tomábamos el aire. De repente, comenzó a vibrarme el teléfono en mi pequeño bolso que llevaba hoy.
- ¿Sí?
- Uh, estás de joda.
- Para celebrar que no estás acá.
- Pues te queda poco que celebrar si vuelvo mañana.
- También es verdad.
- ¿Bebiste o qué?- preguntó entre carcajadas.
- No, no, no mucho, que luego tengo que manejar yo.
- Siempre vos.
- Me tienen esclavizada.
- Ni que no te gustara.
- Bueno, alguna noche me gustaría salir del boliche por el suelo.
- Tarada.
- Era joda, era joda.
- Igual te ves linda manejando, así que no te quejes.
- ¿Y qué tiene eso que ver?- pregunté sonriendo.
- No sé, sólo quería decírtelo.
- Pelotudo.
- Tu pelotudo.- negué con la cabeza sin dejar de sonreír.- Espero que mañana estés bien eh.
- ¿Para qué?
- Para verme, para que va a ser.
- Yo siempre estoy bien.
- Eso ya lo sé, me refiero a la resaca y todo eso.
- Ah, bueno, ya, eso es otro tema.
- ¿Viste? Bebiste demasiado.
- Sí, si, como digas.
- Dale, te dejo que sigas de joda, yo me voy con los pibes ahora.
- ¿Ahora?
- Cada uno cuando puede.
- También, también...
- Bueno, chao.
- Chao, te quiero.
- Te quiero.
Y terminó la llamada. Suspiré y guardé de vuelta el teléfono, volviendo a dónde estaban mis amigos y mi hermano, ya que me había alejado un poco de ellos para hablar por el teléfono.
- ¿Pasó algo?
- Nada, creo que nos vamos ya.
- Estoy re aburrido y sólo somos cuatro.
- Pelotudo.
- Uh, se ve que Valentina quiere fiesta.
- Dale, la última en mi casa.
- Penúltima, siempre penúltima.
Negué con la cabeza mirándolos sin decir nada más e hicimos lo que Valentina dijo, yendo a mí auto para manejar hasta su casa, saliendo juntos para sentarnos tres en el sofá y uno en el sillón, hablando tranquilamente pero también con música.
- Ché, ¿Y quién te llamó antes?- preguntó mi hermano mirándome y yo desvié mis ojos de Thiago mientras bebía a mi hermano.
- Mauro.
- Oh, se preocupa por vos el príncipe eh.
- Callate, gil.- rió y Thiago y Valentina nos miraron, cortando su conversación.
- ¿Y ahora qué pasó?
- Nada, nada, que mi hermana está enamorada de Mauro.- respondió sonriendo.
- Uh, primera noticia.
- ¿Y qué si lo estoy?
De repente la sonrisa de Lautaro desapareció, mirándome confundido mientras que mis amigos estaban sorprendidos, sin quitar sus ojos tampoco de mi.
- ¿Qué?
- Era una joda...
- Ya, bueno, tarde.
- ¿Pero es posta?
- Supongo.
- ¿Pueden parar de ser supongo tus respuestas?
- Bueno, es que para mí lo es, pero igual le digo a otra persona y me dice que es una boludez.
- Mientras vos lo sientas, da igual lo que digan los demás.- me respondió mi hermano.- ¿De verdad estás enamorada de Mauro?
Primero, le miré a él a la vez que me hacía la pregunta a mí mismo en mi cabeza. ¿Lo estaba? Estos días lo había estado pensando, sobre todo cuando más lo extrañaba, y todo parecía ser que sí.
Después, desvié mi mirada a mis dos amigos. Realmente, lo había extrañado mucho para ser un chico sin más. Cuando hablaba con él a veces parecía ser lo único bueno del día y todo mi humor cambiaba, olvidándome del cansancio, de lo que estaba haciendo antes...Era como si nada importase, sólo él.
Entonces, volví mi mirada a mi hermano, aún en silencio, pensando una vez más si de verdad era cierto. Hasta que, lentamente y sin quitar mis ojos de los suyos, asentí, haciéndome cargo de lo que eso significaba y sabiendo que a partir de ahora las cosas eran distintas a antes en algunas formas. Pero estaba dispuesta a ver en qué.
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One Million Dollar Baby (Duki)
FanfictionBrisa o como le decían sus amigos, "Bri", tenía toda su vida resuelta. Su familia estaba bien y la apoyaba en todo, ayudaba a su hermano pequeño con su trabajo cuando podía, llevaba dos años con su novio y laburaba en un hospital como enfermera desp...