Sonreí mientras me terminaba de arreglar, mirándome al espejo antes de suspirar y salir del baño.
Fui a mi habitación y me guardé mis cosas en un bolso pequeño antes de ir al salón y sentarme en el sofá para esperar a que me dijese algo. Mientras, avisé a los demás de que hoy tenía planes para que no me dijesen nada, ya que estaba cansada de que siempre nos interrumpiesen.
Ya sólo quedaban tres días para que se fuese a hacer un par de conciertos por el país, así que tenía que aprovechar todo el tiempo que tenía. Fue entonces cuando decidimos que hoy iba a estar con él todo el día, yendo a dónde tuviese que ir con tal de estar con él.
Al principio, me dijo que no para que yo hiciese mi día, pero como tampoco tenía mucho que hacer porque mi turno de hoy era sólo de noche, acabó por ceder y aceptar que fuese con él.
- Bri.
- Estoy lista.
- ¿Ya? Es re temprano.
- Vos estás despierto.
- Porque tengo que estarlo.
- Bueno, yo también, ¿No? Luego decís que voy tarde.
- Parecés una nena eh.- no podía verlo porque era una llamada, pero sabía que estaba sonriendo.
- Si querés lloro.
- No, no, mejor así.
- Cuando digas voy.
- Dale, vení y desayunamos juntos.
- Vale, voy.
- Nos vemos ahora, chao.
- Chao.
Terminé la llamada y me levanté para ir a mi auto y sentarme, arrancando para manejar tranquila, ya que al parecer iba demasiado temprano para la hora a la que habíamos quedado.
Aparqué cerca de su casa, caminando mientras terminaba de avisar a todos de que no me molestasen y por fin llamé a la puerta.
- Buen día.- saludé al verlo, sonriendonos.
- Buen día.- se acercó y me dio el primer beso del día.- ¿Qué tal la noche?
- Sin más, ¿Vos?
- No dormí nada.
Negué con la cabeza yendo detrás de él a la cocina, donde ya tenía ahí dos vasos de café.
- El que más tiene para vos.
- ¿Sabés que ya e desayunado?- me miró frunciendo el ceño y sonreí.- Pero vuelvo a tomar café, no importa.
- Es mío, es especial.
- Eso seguro.
Sonrió y yo también. Los dos agarramos las tazas y fuimos a su sofá para sentarnos juntos a tomar el café mientras me contaba más o menos de que, realmente, se iba pasar el día grabando y por eso no quería que fuese hoy. Aún así, me gustaba demasiado tanto él como las grabaciones que hacían como para perdermelo.
Seguimos hablando hasta que terminamos de "desayunar" y dejamos las tazas en la cocina. Se fue a terminar de vestirse, dejando de estar solo con un pantalón deportivo corto y un buzo para salir con una chomba, unos pantalones simples y con todos sus colgantes y anillos apartes de las zapatillas.
Ya él listo, salimos y como ya estaba yo para ir en auto, la encargada hoy de llevarle a los sitios iba a ser yo. Subimos a mí auto y él puso algo de música mientras que yo manejaba tranquila a dónde me dijo.
- ¿Preparada?- preguntó mientras salíamos del auto.
- ¿Por qué?
- Para conocer a más gente.
- ¿Qué?
- Ahora entenderás.
Le miré confundida, pero él sólo me agarró de la mano y me llevó a su lado con una sonrisa hasta una casa, llamando a la puerta para esperar juntos a que alguien abriese
- Mauro.
De repente, me encontraba en frente de nadie más ni nadie menos que Sandra, su madre. La había visto en un par de fotos de él cuando aún no le conocía, además de que varias veces menciona a su familia en alguna canción.
Sorprendida, me quedé quieta mientras que madre e hijo se saludaban con un abrazo, soltando mi mano para ello.
- Vos sos Brisa, ¿Verdad?
- Eh... sí, Brisa o Bri, como quieras.
- Sandra, su madre.
- Ya, ya...lo sé.
Nerviosa sonreí mientras que ella, sin dejar de sonreír en ningún momento, me abrazó y entró hacia dentro de la casa. Miré a Mauro y este sonrió, divirtiéndose con la situación.
Me volvió a agarrar de la mano y me llevó con él hacia dentro, cerrando la puerta detrás de nosotros. Al pasar al salón, casi que me tenía que seguir llevando él, paralizandome una vez más porque no sólo iba a conocer a su madre hoy, sino que también estaban acá su hermana y su padre.
Fueron a saludarlo a él y después, con el mismo nerviosismo o más que antes, me presenté yo, saludándolos también con un abrazo.
Me senté en el sofá junto a Mauro, agarrando su mano con fuerza para calmarme poco a poco, oyendo la conversación de ellos hasta que las preguntas iban hacia mi para conocerme un poco más.
Después, estuvieron hablando del trabajo de Mauro hasta que volvieron a temas de ellos, riéndose mientras que yo todavía seguía agarrada a su mano, más calmada, notando como su pulgar me acariciaba sin soltarme con suavidad, intentando que me relajase completamente aunque por la situación, era algo que dudaba que pasara.
Poco a poco, el tiempo pasó y ya no sólo estaban su madre, su padre y su hermana, sino que había llegado también su hermano. Me presenté como antes, necesitando de nuevo a Mauro para calmarme de lo nerviosa que estaba sin entender por qué.
Cuando ya habíamos estado la mañana con ellos, Mauro decidió que podíamos ir a comer fuera y nos despedimos de ellos, saliendo juntos.
- ¿Y? ¿Qué te pareció?
- No me dijiste que iban a estar ellos.- frené de golpe y él sonrió.- Mauro...
- Dale, está todo bien.
- Pero me podías avisar, seguro he parecido una pelotuda...
- Que no, te juro que no.- se acercó a mí y soltó mi mano para poder abrazarme y sonreírme.- Está todo bien, de verdad.
Asentí teniendolo tan cerca y él sonrió de nuevo, besándome antes de seguir nuestro camino a mí auto. Manejé hasta un McDonald's para comer allá juntos y después fuimos a dónde iba a estar grabando todo el día junto a Asan, como siempre.
Mientras grababan, hablaba con los dos cuando no estaba entretenida mirando cualquier cosa de mi teléfono o fijándome en alguna curiosidad de las grabaciones.
Finalmente, se fue haciendo de noche y el día que había decidido pasar con él se estaba terminando. Nos despedimos de Asan y volvimos a subirnos al auto para ir ahora hasta su casa de nuevo.
- Ojalá poder quedarme.
- Tenés que laburar.
- Ahora querés que me vaya eh.- sonrió y yo también.- ¿Y mañana?
- Nos veremos.
- Sino te busco que sé dónde vivís.
- Y yo dónde vivís vos.
- Si me vas a buscar y yo también a vos no nos encontramos.
- Entonces déjame que yo te busque, vos tranquila.- sonreí y él también, acercándose a mí.- ¿Todo bien?
- Ahora sí.
Sonrió aún más y acabó por despedirse con un largo y lento beso antes de salir del auto e irse a su casa. Sonreí viendo la puerta desde mi auto y arranqué de nuevo para ir al hospital y hacer mi turno de noche.
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One Million Dollar Baby (Duki)
FanfictionBrisa o como le decían sus amigos, "Bri", tenía toda su vida resuelta. Su familia estaba bien y la apoyaba en todo, ayudaba a su hermano pequeño con su trabajo cuando podía, llevaba dos años con su novio y laburaba en un hospital como enfermera desp...