Nuestro Eclipse #1

15

Última del grupo en aparecer, pero no menos importante, la linda Chloe.
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La semana pasó conmigo encerrada en el salón. Hoy es viernes y las bromas al fin terminaron. Como dijo Jenna, el martes, un chico de segundo año pasó corriendo solo en ropa interior por el pasillo principal, cuando íbamos camino al casino. Durante los segundos recesos, Xavier se quedaba conmigo en el salón conversando de cualquier cosa menos de las bromas porque dijo que tampoco le agradaba, así que no me sentí tan sola.

—¿Estás lista? —asiento.

Me despido de Dooley y salgo junto a Xavier, ya que me ha invitado a dar un paseo y luego al cine. Es algo así como la primera cita. Claramente él no la llamó cita, pero es una salida para conocernos después de tantas miradas que nos dimos en la semana.

—¿Qué tipo de películas te gustan? —me pregunta.

—Cualquiera —me encojo de hombros —Aunque paso con las de terror.

—¿Una de comedia? —asiento.

No hemos querido comer algo para almorzar, por lo que Xavier pidió las palomitas más grandes que ofrecían y unos refrescos, lo único malo, es que pidió dos coca colas.

No logro concentrarme en la película, porque mi mente sólo se enfoca en sentir los roces de la mano de Xavier cada vez que sacamos palomitas al mismo tiempo. Como él no toma la iniciativa, apoyo mi cabeza en su hombro y cuando reacciona apoya la de él sobre la mía.

La película termina y me informa que tiene que irse, pero que disfrutó la tarde junto a mí, a lo que le respondo que también lo pase muy bien, y es verdad, fue una tarde muy agradable. Aparte no se mostró tan nervioso como el día lunes, lo que me da a entender que esto va por buen camino.

Me bajo del taxi y camino con una sonrisa de idiota plasmada en el rostro, mientras tarareo la letra de una canción en inglés que ni siquiera sé que significa, pero que se escucha linda, aunque mi momento se acaba al ver el jeep de Dylan estacionado fuera de mi casa, y él apoyado en la puerta del copiloto.

—¿Qué haces aquí?

—¿Theo estaba contigo? —mueve su pierna de manera inquieta.

—¿No? —digo confundida —¿Todo bien?

—¿Podrías llamarlo? —dice ignorando mi pregunta.

Saco el celular de mi bolsillo y marco el número de Dooley, pero luego de marcar el primer tono me manda directo al buzón. Intento una segunda vez y ocurre lo mismo.

—Si quieres puedo intentar llamarlo desde otro número —sugiero —A lo mejor no quiere hablar con nosotros.

—¿Podría ser rápido? —Asiento.

En un trote entro a mi casa y lanzo la mochila al suelo. Camino a la cocina y tomo el celular de mi mamá sin siquiera saludarla. Marco el número de Dooley, pero nuevamente envía al buzón de voz.

—Estoy un poco ocupada —digo al ver a mi mamá con rostro confundido.

Salgo y veo a Dylan aún en la misma posición, moviendo su pierna de manera nerviosa.

—Tampoco contesta.

—Iré a buscarlo a otro lado —rodea el Jeep.

Antes de que se largue me subo al asiento del copiloto y me mira confundido.

—Voy contigo —le informo —Apúrate.

Aún un poco confundido asiente y me encargo de llamar a todas las chicas para saber algo del pelirrojo. La última en verlo fue Miley, aunque fue a eso de las 2 de la tarde cuando se quedaron conversando en las gradas, y ya son poco más de las 6.