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—¡Feliz cumpleaños! —gritan cuando entro al salón

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—¡Feliz cumpleaños! —gritan cuando entro al salón.

Las chicas están con unos globos con forma de corazón, Dooley tiene un cartel con brillos que dice "felices 17" y Xavier tiene una caja de bombones con un pequeño ramo de flores.

—Son los mejores —chillo y corro para abrazarlos —Muchas gracias —les doy una sonrisa.

—Mierda —escucho una voz a mi espalda —llegue tarde.

Me giro y veo a un radiante Neels con un osito de felpa entre sus manos, el cual tiene el nombre Sarah bordado en el centro de su barriga.

—Feliz cumpleaños —me lanzo a abrazarlo.

—Gracias rubio —murmuro y cuando me separó de él, recibo el osito.

—¿Te gustó la sorpresa? —pasa su brazo por mis hombros.

—Bastante —sonrío —Son unos amigos muy geniales. Los quiero —los miro uno por uno.

El día se vuelve bastante agradable, porque todos quieren consentirme y no me quejo. Xavier y Neels se han unido a nuestra mesa durante el desayuno, además de que varias personas me han saludado en los pasillos, incluso los profesores, todo perfecto, aunque hay algo que me dejó pensando durante toda la clase de química. Cuando iban aproximadamente 15 minutos de clases, llegó un ramo con girasoles para mí con una nota anónima, impresa en un estilo de máquina de escribir.

"Feliz cumpleaños a la más bella flor"

—Ya dinos quién te mandó eso —chilla Miley cuando la clase ha terminado.

—Qué no lo sé —pongo los ojos en blanco y le extiendo la nota.

—Sea quien sea, yo me enamoraría de él por este detalle —dice Chloe.

—Quizás es un psicópata —me río.

Salíamos del colegio y dejamos volar los globos que me habían dado las chicas, ya que como Dooley me invitó a almorzar, no puedo llevarlos conmigo.

—Disfruta lo que te queda de día —dice Jenna y me da un corto abrazo.

Me despido de cada una y tomo un taxi  con el pelirrojo para ir a un lindo restaurante, en el que pedimos un filete con puré de papas.

—Está delicioso —paso la lengua por mis labios.

—Bastante —asiente el pelirrojo —siento que estoy avanzando muy rápido.

—Somos dos —me río —Y eso que este plato es enorme.

—Seremos como los pingüinos de Madagascar —sonríe —Bonitos y gorditos.

—Pido ser el pingüino tierno —levanto mi mano —Y tú serás ese que es un sabelotodo.

—Kowalski —asiento.

Nuestro Eclipse #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora