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Dooley me ha dicho que me venga antes a su casa, para que lo ayude a ordenar, porque no sabe bien cómo son estas cosas de las pijamadas, y mucho menos como son las pijamadas de las chicas, al menos yo ya he pasado una noche con ellas

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Dooley me ha dicho que me venga antes a su casa, para que lo ayude a ordenar, porque no sabe bien cómo son estas cosas de las pijamadas, y mucho menos como son las pijamadas de las chicas, al menos yo ya he pasado una noche con ellas.

Camino directo a la puerta de la casa del pelirrojo, porque no estaba conectado para avisarle que ya estaba por llegar. Mis nudillos chocan con la puerta y un hombre con ropa casual me mira de pies a cabeza un poco confundido. Tiene el cabello oscuro, con unas cuantas canas de adorno, va perfectamente afeitado y sus ojos son cafés. Por instinto doy un paso atrás y miro el número de la casa, pero es la correcta.

—Hola —digo un poco tímida.

—¿Hola? —el hombre frunce su ceño.

—Es la amiga de Theo —una tercera voz se une a la conversa y siento el alivio recorrer mi pequeño cuerpo.

—¿Mi hijo tiene una amiga? —pregunta el hombre, dando a entender que es el padre del pelirrojo.

—Si —le responde Dylan —Incluso tiene 5 amigas bastante ruidosas, y estarán aquí hoy.

—Wow —dice el hombre un tanto impresionado —soy Marcos Dooley —extiende la mano en dirección a mí.

—Sarah —respondo y estrecho su mano.

—Yo ya me tengo que ir —mira a Dylan y luego a mí —Adiós. Compórtense.

Miro como el hombre se sube a una camioneta gris y desaparece. Me giro a Dylan y él se hace a un lado para dejarme pasar.

—¿Vas de salida? —pregunto al ver qué lleva un bolso. Asiente —¿A entrenar? —niega con la cabeza.

—A casa de Nolan.

—Pensé que ibas a estar aquí.

—Plan de último momento —se encoge de hombros —Sus padres y su hermano salieron, así que tenemos la piscina para nosotros.

—¿Con el frío que comienza a hacer?

—Nos gusta el frío —se ríe —aunque vuelvo esta noche, así que no creas que tu pijama se salvará de mis ojos.

—Pesado.

Unos pasos se escuchan y el chico castaño da un paso atrás y aparta la mirada.

—¿Todo bien? —dice la voz de Dooley.

—Yo iba saliendo —le responde su primo —Y justo tu padre le abrió la puerta. Pero ya me largó —camina a la puerta detrás de mí —¡Adiós!

—Así que conociste finalmente a mi padre —dice mi amigo cuando hemos quedado solos.

—Así es —asiento —Cómo era de esperarse, me miró un poco confundido, pero cuando apareció Dylan y le dijo que yo era tu amiga se relajó un poco.

Nuestro Eclipse #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora