El timbre suena y lanzo mi lápiz al sentir la vibra de libertad recorrer mi cuerpo. La profesora me da una mala mirada y luego sale del salón. Quizás debí esperar un poco y luego dejar soltar ese impulso.
—Esa mujer te va a odiar —dice Dooley riendo.
—Ni siquiera lo pensé cuando lo hice.
—Nunca piensas —se burla.
—No molestes —lo empujo —¿Qué harás ahora?
—Buscar la forma de evitar ir a la casa de mi madre —salimos del salón.
—¿Quieres ir a almorzar a casa?
—¿De verdad? —asiento.
—Aparte no sé si recuerdas que mi mamá dijo que eras bienvenido a casa —sonrío —Y a los odiosos de mis hermanos les agradas.
—Entonces no tengo mucho que pensar —me guiña un ojo —Pero deja llamar a mi mamá antes.
Marca el número de su mamá y me entrega las llaves de su casillero para que lo abra por él, ya que va a guardar el libro de química.
—Hola mamá —dice mientras mete el libro —No, no voy a poder —pone los ojos en blanco —Tenía planes y lo había olvidado —cierra el casillero y yo pongo el pequeño candado —sí, quizás mañana, aunque tendré menos tiempo —vuelve a poner los ojos en blanco —Está bien, adiós.
—Entonces ¿A mi casa? —asiente.
—Mi madre se pone tan odiosa —dice cuando nos dirigimos a la escalera —Al menos en un año no me podrá obligar a ir a verla.
—No seas tan duro —engancho mi brazo al de él —Sé que no fue lindo lo que hizo, pero tú tienes que ser mejor persona que ella.
—Eso intento, pe...
—Al fin bajas —me giro al mismo tiempo que Dooley para ver a Dylan de brazos cruzados.
—¿Qué? —le dice el pelirrojo.
—Me dijiste que te llevara a casa rápido porque tu mamá quería que almorzaras con ella.
—Olvídalo —dice el pelirrojo restándole importancia —No iré, me voy con Sarah.
—¿Me hiciste esperar por nada?
—No seas dramático, Dyl, solo fueron 5 minutos.
—Sili fiirin cinci minitis —dice Dylan provocando que se me escape una risita.
—Lo siento —murmuro.
—Si quieres me voy contigo, para buscar mi consola —habla el pelirrojo —Pero Sarah va conmigo.
Dylan me da una mirada rápida y se queda en silencio. No sé para que tanto dramatismo si va a aceptar igual, pero al menos así muestra ante Dooley una postura de seriedad.
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Nuestro Eclipse #1
Teen FictionSiempre fui una amante del cliché, pero no lo había notado hasta que él me lo dijo. -Eres todo un cliché, enana -solía decir con una sonrisa un tanto burlona. A él le parecían tonterías, pero cada vez se fue enamorando más de las cosas básicas y c...