Termino de ponerme mi camiseta y suelto una risa al escuchar los alegatos provenientes del pequeño salón del departamento. Esos tres hombres me van a terminar de volver loca y agotarán la poca paciencia que me queda. Meto la camiseta sucia al cesto de ropa que tengo que dejar en el lavado y salgo de la habitación, encontrándome con dos caras frustradas y una que parece disfrutar del sufrimiento ajeno.
—¿Me explicas por qué sigo soportando a este malcriado? —dice Neels cuando me ve —podría estar haciendo cosas más importantes
—No seas tan llorón —habla el adolescente —tu vida se ha vuelto muy aburrida.
—¡Dile algo! —se queja el rubio, pero yo simplemente me río —¡Dile algo tú! —dice mirando a Dooley.
—Yo no pienso decir algo en contra de él —dice el pelirrojo cruzando sus brazos —la última vez que le dije algo, se encargó de recordarme que mi novia se fue del país.
—Ex novia —le recuerda el menor, usando un tono de burla.
—¡Eres insoportable! —dice Neels cabreado.
—¿Cómo lo aguantas? —me pregunta Dooley.
—Costumbre —me encojo de hombros, ganándome una mirada fulminante del chico a mi lado.
—Gracias, Walker —voltea los ojos.
—En tu puta cara, engendro del demonio —se burla Neels.
—¡Hey! —me quejo —no te pases.
—Lo siento —dice Neels alzando sus manos —pero hay veces en que no lo soporto.
—Apoyo al rubio —dice Theo.
—No sean tan malos con él —digo dándole un beso en la mejilla al chico junto a mí —es un amor de persona.
—Amor de persona —murmura Neels en tono irónico —Si te ibas a estar acostando con mi mejor amigo, mínimo te hubieras cuidado un poco mejor, porque tu cría es la persona más insoportable que he conocido.
—¿Qué esperabas? —le dice Dooley —Dylan era odioso y si mezclas sus genes con los de Sarah, creabas una bomba insoportable llamada Bruno.
—¡Hey! —me quejo.
—Sigo aquí —dice el chico junto a mí.
—Lo sabemos —dice Dooley.
—¡Papá! —grita Bruno —¿Podrías venir como fantasma a darle una lección a este par?
Automáticamente uno de los floreros se mueve, provocando que Neels y Dooley peguen un saltito. No sé como aún no se dan cuenta que mi hijo tiene un control remoto que provoca eso cada vez que este par viene a visitarlo. Ellos creen que es el fantasma de Dylan.
—Tengo al gran Andreotti de mi lado —dice Bruno con sarcasmo.
—Lo que digas, fea copia de Dylan.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Eclipse #1
Teen FictionSiempre fui una amante del cliché, pero no lo había notado hasta que él me lo dijo. -Eres todo un cliché, enana -solía decir con una sonrisa un tanto burlona. A él le parecían tonterías, pero cada vez se fue enamorando más de las cosas básicas y c...