50

1.8K 142 18
                                    

Nervios, nervios y más nervios, es lo único que siento recorrer por mi pequeño cuerpo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nervios, nervios y más nervios, es lo único que siento recorrer por mi pequeño cuerpo. Voy en camino al centro de la ciudad para encontrarme con Dylan y siento que ya estoy colorada. Conoceré a su nonna, a Emilie y a Nicoolo, pero que se supone que deba decir cuando los vea hola, soy la amiga de Dylan, ni siquiera sé si soy su amiga.

Levanto la mirada y veo a un chico alto que me hace señas. Mi paso pierde la velocidad que llevaba y Dylan parece notarlo, porque camina hasta mí y me toma de la mano para arrastrarme a la banca en la que están esperando tres personas.

—Nonna, Emilie, Niccolo —paso su brazo por mi hombro y las miradas se vuelven a nosotros. Ay, me siento más pequeña de lo normal.

—Hola, Sarah —Emilie es la primera en saludar. Se pone de pie y me da un abrazo, a lo que Niccolo imita su acción. Que cariñosos, no esperaba eso.

—Hola —respondo cuando se separan de mí.

Nonna se pone frente a mí y por un segundo me siento intimidada, pero cuando me da una sonrisa y toma mis manos entre las de ellas, siento una suave brisa cálida.

—Hola —saluda —un gusto.

—Un gusto —repito.

—Nonna odia hablar español —dice Dylan —así que valora ese saludo —se ríe.

La spaventerai —le dice la mujer a Dylan y él solo se ríe.

Caminamos a un restaurante en la zona central y nos sentamos adentro, ya que en la terraza corre mucho viento. Niccolo se sienta a mi lado y me muestra dos dinosaurios de juguete. Es el niño más lindo que he visto en mi vida, ojalá que no sea tan revoltoso como mis hermanos en unos años más. Dylan pide paella para todos y yo me dedico a jugar con el dinosaurio que me pasó Niccolo, por lo que él se dedica a conversar con su nonna y Emilie de vaya a saber Dios qué cosas.

—Sarah —dice Emilie —¿Te gustan los niños?

—Cualquier niño que no sean mis hermanos, es agradable —ella procesa la información y luego se ríe.

—¿Cuántos fratelli tienes?

—Recuerda que puedes ignorarla — murmura Dylan.

—No seas pesado —le digo —Hermanos ¿Verdad? —asiente —Dos hermanos —le respondo a Emilie, levantando dos de mis dedos.

—Son bastante agradables —dice Dylan.

—Claro que no —me quejo —contigo sí, pero conmigo no.

—Los niños me aman —dice en su tono egocéntrico, el cual no se hacía presente hace bastante.

—¿Cómo se conocieron? —pregunta nonna.

Le doy una rápida mirada a Dylan, ya que prefiero que hable él, porque digamos que no sería muy agradable decir que lo conocí mientras casi golpeaban a Dooley y que luego nuestro segundo acercamiento fue una amenaza.

Nuestro Eclipse #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora