Siempre fui una amante del cliché, pero no lo había notado hasta que él me lo dijo.
-Eres todo un cliché, enana -solía decir con una sonrisa un tanto burlona.
A él le parecían tonterías, pero cada vez se fue enamorando más de las cosas básicas y c...
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—Aún estamos a tiempo de que te arrepientas —dice Dylan.
—¡Que no! —me vuelvo a quejar —algo me dice que eres bastante malo y por eso no quieres que te vea.
—Soy muy bueno —frunce el ceño.
—Entonces entremos.
Se termina de estacionar y nos bajamos para entrar al lugar donde se supone que entrena Dylan. Es un espacio bastante amplio y en el centro hay un ring de boxeo. Neels está sentado en una banca pendiente de su celular, y cuando nos ve se pone de pie para saludarnos.
—Matheo ya se está cambiando —le dice el rubio a Dylan —también llegaron Carlos y Joshe, pero a ellos les toca después.
—Me voy a cambiar —me mira —y tú —mira a Neels —pone ojo en ella y explícale un poco.
Neels me indica que vamos a sentarnos donde estaba él anteriormente y lo sigo. Me dedico a mirar las cosas a mi alrededor, pero cuando siento el brazo de Neels sobre mí, me giro a mirarlo.
—¿A ti no te gusta esto? —le pregunto.
—Mi rostro es muy hermoso para estas cosas —se ríe —prefiero ser un simple espectador.
—¿Me explicas un poco cómo es esto? —asiente.
—Dylan suele entrenar con Matheo, un chico de 21 años —me explica —los rounds son de 3 minutos y un minuto entre ellos. Sí uno de los dos cae y no se levanta en 10 segundos, el réferi, en este caso Hugo, puede darle el triunfo a quién quedó de pie —lo miro intentando procesar todo —eso es lo más básico, aunque a este par le encanta salirse de las reglas.
—Dylan me dijo que a veces se quita los guantes —asiente.
—Son un par de salvajes —se ríe —Por cierto, ese es Hugo —Apunta a un hombre de pelo negro y barba que sale de una oficina —¡Hola Hugo!
—Hola princesita —se acerca y saluda al rubio.
—No soporta que mi rostro sea tan perfecto —susurra Neels.
—Hola —me mira un poco confundido.
—Hola.
—Es la chica de Dylan —le dice Neels.
—Soy Hugo —se presenta el hombre —Más le vale a Dylan lucirse esta tarde —Sonrío.
—Sarah —respondo.
—Iré a apurar a los chicos —dice Hugo —Ya estamos casi en la hora.
Hugo desaparece por el mismo lugar que Dylan minutos atrás y luego aparece con él y tres chicos más, a quienes no conozco. Uno tiene el pelo corto, pero se nota que si lo dejara crecer, sería parecido al de Nolan, tiene los ojos un poco claros y es casi del mismo porte que Dylan. Otro de los chicos lleva el pelo negro tomado en coleta, mientras que sus ojos son azules, siempre he pensado que el cabello oscuro con los ojos azules es una mezcla casi perfecta. Finalmente, el tercer chico lleva su pelo bastante corto de un lado, pero largo del otro lado y parece bastante distraído.
