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Luego del día de ayer, no pensé que las cosas se pudieran arruinar, pero al parecer sí pueden arruinarse

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Luego del día de ayer, no pensé que las cosas se pudieran arruinar, pero al parecer sí pueden arruinarse. Dylan me ignoró durante todo el día. Es normal que nos ignoremos, aunque suele darme alguna rápida mirada, enviarme algún mensaje en los recesos y sentarse a mirar mi clase de deportes junto a sus amigos. Sin embargo, hoy no ha pasado nada de eso, aparte, digamos que no es solo conmigo, ya que he notado que ha estado un poco alejado de todos sus amigos.

—¡Tomen agua! —nos grita Carol.

Me acerco a la banca y le sonrío a Neels que me muestra la lengua como un niño pequeño.

—Has estado distraída —me dice Danna —puedes contarme lo que te pasa.

—Estoy bien —le sonrío —Es solo que de vez en cuando tengo días en los que me distraigo con facilidad.

—Si necesitas hablar, sabes que puedes contar conmigo —asiento.

Tomo casi la mitad de mi botella de un sorbo y me acerco nuevamente al círculo, ya que Carol nos está apurando para continuar con su clase. Hago todo lo que pide de manera correcta, pero aun así sigo distraída pensando en el idiota de Dylan.

—Eso es todo por hoy —dice Carol y juraría que escuché a uno de los chicos quejarse porque ellos aún siguen en clase —Tomen sus cosas y vayan a casa.

Caminamos al vestidor del gimnasio y tomamos nuestras cosas. Salimos por un rincón de la cancha para no molestar a Michael y sigo a Jenna que va en dirección a las gradas para estar con Seth.

—Neels —le digo al rubio —¿Podemos hablar?

—Acompáñame por mis cosas y hablamos —asiento.

Me despido de mis amigas que quedaron sentadas en las gradas descansando y de los chicos que estaban pendientes de su celular, ya que no les interesa mirar cómo los hombres hacen deporte. Salgo en silencio al pasillo, para no meter ruido e interrumpir.

—¿Qué le pasa a Dylan? —pregunto cuando ya estamos solos.

—Algo me decía que preguntarías eso —me da una mirada divertida —Pero no lo sé.

—No te creo.

—Pues créeme —se encoge de hombros —Hoy estuvo muy callado y se diferenciar su silencio normal y su silencio de no me hablen o los mato.

—¿No se te ocurre que pudo pasar?

—No —niega con la cabeza —Quizás cuando quiera hablar me lo dirá —Entramos a su salón que está vacío —¿No se han peleado? —Arquea una ceja.

—No —toma su mochila —incluso ayer todo salió bastante bien.

—Su historia de Instagram me sorprendió —sonríe —Al menos sabemos que no es nada en contra tuya.

—¿Debería buscarlo o darle espacio? —pregunto cuando caminamos por el pasillo en dirección a la puerta principal.

—Creo que hoy deberías dejarlo solo —se encoge de hombros —Mañana posiblemente cambie de humor y sea más accesible hablar con él.

Nuestro Eclipse #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora