XLIX

986 98 180
                                    


Nota:

Antes que nada les quiero agradecer a que la historia allá pasado el 32K de lecturas y también quiero agradecerles por sus votos y comentarios, los cuales me alegran el día. Segundo, les diré que no publicare por ahora porque no tengo capítulos ya guardados, pero no quise dejarlos con mucha intriga. Así que publico este pero tendrán que esperar un poco mas por el siguiente. Perdón por eso.


~ o ~ ☆ ~ o ~


Me encontraba sentada en el piso, mirando las estrellas con Noctis al lado mío, abrazándome por los hombros y haciéndome leves masajes en el brazo. El silencio reinaba entre ambos, ya que ni el ni yo estábamos dispuestos a decir ni una palabra ni tampoco teníamos nada que decir, mas lejos de ser algo malo, me tranquilizaba saber que aun en silencio, con palabras, pequeños mimos que me hacia en el brazo o cabello, o hasta su sola presencia podía traerme una paz inmensa y el saber que tenia su apoyo, que no me dejaría sola y que cualquier cosa que pasara de ahora en adelante entre el grupo y yo, lo tenia de mi lado.

Estaba calmada, o bueno, lo mas calmada que podía estar en una situación como esta y a decir verdad, no me arrepentía de lo que había pasado horas atrás. Porque aun después de haber estado 4 horas apartada de ellos, con tan solo la compañía de Noctis a mi lado. Por primera vez desde que estaba con todos ellos, me sentía libre. Sin ataduras que no solo me jalasen hacia mi al mundo de las mentiras, sino que también había liberado a Noctis de tener que seguir mintiéndoles a sus amigos. Algo que por mucho que el me dijera de que estaba bien y que eran mentiras blancas porque no le correspondía contarles mi secretos, no me perdonaría haberlo arrastrado conmigo.

Un suave suspiro se escapo de mis labios cuando las caricias de Noctis se alejaron de mi brazo y pasaron a mi cabello. No, definitivamente no podía arrepentirme, lo hecho, hecho esta y ya no podía retroceder el tiempo. Les había ya dado todas las herramientas a los chicos sobre mi, conocían mi secreto, pero también a mi y ahora estaba en sus manos el como van a tratarme, si eso cambiaria algo en nuestra relación y su visión sobre mi.

Estaba tan metida en mis pensamientos y ruegos de como deseaba que los chicos me aceptasen tal y como soy. Sin importarme de tener que esperar días o hasta semanas para que nuestra relación siguiera los mas normal posible, que no escuche los pasos situándose detrás del joven príncipe y de mi. Y por lo visto el primer nombrado estaba igual que yo, ya que ningún se dio cuenta de la presencia hasta que escuchamos una leve y suave toz.

Sin poder evitarlo y hasta algo asustados, o por lo menos yo, giramos la cabeza de golpe encontrándonos ahí parados a los tres chicos mas cercanos a mi de lo que llevo toda mi vida, cada uno con una expresión diferente en sus rostros. Así que sin esperar mas, nos levantamos torpemente, mientras sentía con algo de pesar como la mano de Noctis dejaba de acariciarme la cabeza para tan solo centrarse mejor en nuestros amigos.

Por un lado, mi rubio amigo parecía deleitándose con el momento, disfrutando de la vergüenza que tanto Noctis como yo empezamos a sentir al ser atrapados uno muy cerca del otro. Mientras el grandote no dejaba de constantemente dirigir su mirada entre Noctis y yo, aunque se detenía muchísimo mas en el pelinegro, con los brazos cruzados y una ceja alzada. Su cara definitivamente era una de pocos amigos y mostraba como claramente la situación no era nada de su agrado. El único que nos veía con normalidad era Ignis, quien tan solo ignoraba a los otros dos chicos al lado de el y mantenía su vista en mi mientras se acercaba.

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora