Final Fantasy XV [Noctis y Tu]

XXXV

Estábamos montando cada uno un chocobo, teniendo yo otra vez el verde, mientras nos adentrábamos cada vez más al bosque. Estaba emocionada de volver a ver a Talcott despues de unos cuantos dias, aun sentía mucha culpa por lo que le habia pasado a su abuelo, pero estaba decidida a cuidarlo. Cuidar al pequeño niño en memoria del señor Jared y pensaba cumplir aquella promesa, pensando ya desde ahora que haría cuando tendría que ir a buscar a mi madre.

Salí de mis pensamientos tan pronto vi a una rubia de dos coletas con una chaqueta amarilla que dejaba a la vista todo su estomago. Con emoción y siendo muy descuidada me baje del chocobo, casi cayendo de cara contra el piso, sino fuera porque mantuve el equilibrio para despues correr hacia ella.

─Cindy ─ chille feliz antes de abrazarla, mientras escuchaba las carcajadas divertidas de la rubia.

─Guapa! Cuanto tiempo sin verte ─ dijo divertida para despues separarnos del abrazo.

Me alegraba tanto volverla a ver, ya que cuando los chicos me dejaron en Hammerhead durante tres dias, quien me ayudo mucho y se quedó a mi lado habia sido Cindy. Ella me inspiraba una confianza que muy pocas personas lograban que yo sintiera, con ella se me hacia muy fácil hablar al igual que con el señor Cid. Estaba muy agradecida con ellos dos, y desde que me habia separado de ellos habia mantenido el contacto gracias a los teléfonos.

─El Belo está haciendo de las suyas. Todavía le llevará un rato ─ hablo la rubia mirando a los chicos para despues empezar a caminar conmigo al lado suyo.

─Problemas en el mar? ─ cuestiono el de lentes, acelerando un poco su paso, hasta pararse a nuestro lado.

─No salió bien parado. Podemos reparar algunas piezas, pero hay que sustituir otras.

─Revisión a fondo ─ escuche que dijo Glady, algo preocupado mirando a Cindy.

─Ustedes tranquilos, el Belo no se irá hasta que lo deje pronto ─trató de tranquilizarnos la rubia, pero antes que pudiéramos preguntar otra cosa, ella volvió a hablar. ─ Pero alguien va a tener que conseguir las piezas y y esperaba que ustedes pudieran ayudar con eso.

─Nosotros estamos a tu disposición ─ respondió con simpleza el de lentes.

─La verdad es que ya tenemos a Dustin y a Monica dándonos una mano ─ nos contó Cindy, logrado que me confundiera al no saber quienes eran aquellas personas. ─ No saben la ayuda que nos han dado, trajeron casi todo lo necesario.

─Tu puedes confiar en la guardia de la corona ─ hablo seguro Ignis, dándome de paso a mi también una respuesta a mi duda de quienes eran Dustin y Monica.

─El problema es que ellos no pudieron dar con cierto tipo de mineral con el nombre de Mitrilo ─siguió informando la rubia, mientras que yo sonreía casi sin ganas al saber nuestra próxima misión, sabiendo que no podría hablar mucho tiempo con Talcott. ─Por lo visto no es algo que se de mucho por aquí, o por lo menos según su querido amiguito de la ciudad.

─Talcott? ─ cuestionó el Prompto.

─Ese! Sabe más que los flanes rojos, seguro que les puede ayudar más que yo.

─Hablaremos con él ─ respondió simplemente el príncipe, dando por finalizada la conversación.

Me acerque a Cindy, quien al verme otra vez caminando a su lado, pasó su brazo por mis hombros, lista para tener una conversación entre las dos. 

─Algo nuevo que contarme? ─ pregunto la rubia para despues mirar ligeramente a los chicos, diciendo indirectamente si ellos ya sabían mi secreto.