Final Fantasy XV [Noctis y Tu]

XXXIX

Me encontraba cansada de haber corrido desde que entramos, por lo que empezamos a caminar. Y aunque me encontraba confiando un poco más en Aranea despues de escucharla planear dejar el Imperio, mis ojos no se desprendían de ella cada vez que pensaba que haría un movimiento en alguna pelea para lastimarnos.

─Es seguro? ─ pregunto el rubio, viendo las columnas a mi lado con desconfianza.

─No todo va a... ─ empezó a decir Noctis, pero se quedó callado al escuchar unos extraños sonidos que hizo que paráramos de caminar. ─Wow.

─Que? Se desmoronó algo? ─ pregunto otra vez el rubio más asustado igual que yo, mientras continuamos caminando con más cuidado, temiendo que el piso debajo nuestro o el techo cayera.

─Eso parece, sea lo que sea hay que tener cuidado por donde vamos ─ murmuré, caminando por un pasillo.

Mas mis palabras parecieron tener la acción contraria, ya que tan pronto termine de decir aquello, el piso debajo del principe cayo. Tan rápido como caía y casi como un reflejo le agarre la mano evitando que cayera, pero el peso de él era mucho más de lo que podía sostener y el piso debajo mio tambien callo.

Le agradecí a los dioses cuando Noctis y yo caímos en un piso debajo de este. Más la caída fue incómoda porque el pelinegro tratando de que yo no me lastimara, me envolvió en sus brazos, acunando mi cabeza en su pecho y poniendo una mano en mi cabeza. Al escuchar el golpe de su cuerpo contra el piso me sentí mal porque debió haberle dolido, mas cuando separe mi cara de su pecho para ver si estaba bien, me lo encontré mirándome con preocupación.

─Te encuentras bien? ─ pregunto Noctis, logrando que frunciera el ceño y lo mirara con la misma preocupación que el tenia plasmada en su rostro.

─Eso debería estarlo preguntando yo, tú recibiste todo el golpe ─murmuré, poniendo mis manos en el piso para alejarme de él, no queriendo seguir siendo un peso encima de él y además sentir mis mejillas calientes por tener nuestras caras cercas una de las otras.

Mi corazon empezo a latir con fuerza de la vergüenza, queriendo que la tierra me tragara por un momento como este. Había podido sentir la respiración de él en mi cara y estaba bastante segura que él pudo sentir la mía, y aunque suene loco, no olía tan mal como pensaba, pero no estaba segura si podía decir lo mismo sobre mi.

─ Esta escena me parece conocida ─murmuró el chico de 20 años frente mío con una pequeña sonrisa, divertida mientras yo alzaba las cejas recordando que habia pasado algo similar cuando nos separamos de los chicos y peleamos con el titan.

─Cierto, aunque agradezco que la caía fuera mucho más corta que esa vez ─ murmuré sonriendole, casi ambos con complicidad. ─Solo espero que no se vuelva costumbre.

─Estan bien chicos? ─ grito Prom antes que Noctis pudiera decir algo.

─Estamos bi... ─ iba a gritar Noctis, mientras me ayudaba a levantarme agarrandome la mano, pero fue en ese momento cuando notamos que a nuestro alrededor habían esqueletos que se acercaban a nosotros.

─Demonios ─ murmuré haciendo aparecer mi arco y sintiendo como Noctis apoyaba su espalda contra la mía, por lo que no dude ni un segundo de que detrás de mí habia otros esqueletos.

Ambos íbamos a pelear juntos esperando que los chicos bajasen despacio para juntarse con nosotros, pero definitivamente no espere que bajaran saltando y que el peso de uno de ellos cayera encima mío. Chille de dolor al sentir mi cabeza estamparse contra el suelo y como el peso de la persona encima mio no se iba por lo que trate de que se levantase de encima tratando de empujarlo.