II

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"Ya falta poco, ya falta poco, YA FALTA POCO" pensaba una y otra vez viendo al frente mio un lugar en el cual seguramente podríamos recibir ayuda con el coche. Los chicos y yo seguíamos empujando, pero parecía justamente que en estos últimos momentos que ya casi llegábamos, casi no tenia nada de energía y parecía que aun nos faltaba mucho. Tal vez exageraba, pero después de empujar el coche durante un par de horas, sentía como si mis brazos fueran gelatina. 

Deje de empujar al ver como los chicos dejaban de hacerlo y me senté en el piso apoyando mi espalda contra el coche. Cerré los ojos del cansancio, estábamos en mitad del día y ya quería estar en mi cama abrazando a mi peluche, que sin que Cecilia ni Mia supiera, me lo había llevado conmigo, estando en lo mas profundo de mi mochila. Pero abrí los ojos al escuchar unos pasos, pensé que serian de los chicos buscando ayuda, así que me concentre en leer el gran letrero al frente mio. "Hammerhead" decía en el, mire a mi alrededor buscando a mas personas pero no había nadie.

─Buenas! Os habéis hecho de rogar. ─Escuche una voz al lado mio y al voltear note como una rubia con ropa algo descotada se acercaba a nosotros, con un gran esfuerzo me levante del piso y me hice a un lado del coche. ─A ver, quien de vosotros es el príncipe? ─pregunto mirando a los 3 chicos que estaban parados, ella paso su mirada por cada uno de ellos hasta detenerse en mi y soltar una pequeña risita ─bueno estoy segura de quien no podrá ser el príncipe ─exclamo divertida, yo solo le sonreí con timidez bajando mi mirada al piso.

Ella me devolvió la sonrisa y siguió mirando a el grandulo, el de lentes y el rubio buscando al príncipe, pero después de unos segundos, el príncipe se levanto de donde estaba sentado y se dio la vuelta para ver a la rubia de ojos verdes oscuros.

─Un placer, alteza. Felicidades por la boda ─ felicito la rubia al príncipe.

─No vayas tan rápido ─fue lo único que dijo el príncipe, quien se veía algo incomodo con la mención de la boda. No estaba segura de porque pero tampoco lo juzgaba, según yo, creo que el debería de estar agradecido de estar comprometido con alguien como la dama Lunafreya. Siempre había oído cosas buenas de ella y por como la gente le tenia cariño, estaba segura que era una buena persona,  nadie puede recibir tanto cariño de las personas si no es alguien de buen corazón.

─Que cosas. El prometido de la dama Lunafreya en Hammerhead.... 

Volvió a hablar la rubia pero yo simplemente ignore la conversación que tenia ella con los chicos. Me concentre en mirar el alrededor con curiosidad, por primera vez desde que el coche se había malogrado, podía mirar algo de la belleza del lugar. No estaba mal, aunque estar en un lugar donde la arena predominaba no era de mis lugares favoritos, la verdad que no estaba mal. Pero cuando el grandulon le pregunto a la rubio su nombre, me concentre en ella para escuchar como se llamaba.

─Cindy. Nieta de Cid y mecánica ─ se presento mirando a los cuatro con una gran sonrisa para después ver hacia mi dirección, le sonreí tratando de ser cortes al ver como los cuatro chicos mantenían su mirada seria.

─Tirad ya para dentro! ─ mire a mi izquierda viendo como un hombre algo mayor se acercaba a nosotros o mas bien al coche. ─ Tu padre no te ha enseñado nada? La dama es un clásico, no una chatarra destartalada. ─el anciano levanto la mirada, dejando ver unos ojos claros y mirada seria, que era dirigida hacia el príncipe. ─Príncipe Noctis...

─Ah... si

─Vaya príncipe... Tienes la planta de tu padre , pero ni una pizca de su dignidad. ─ El hombre camino alrededor del coche con la cabeza hacia el piso, pero aun así se podía sentir su aura de orgullo. ─Con todo lo que tienes por delante... se te van a comer vivo con esa cara de pasmado─ el señor miro de cerca el coche y después se empezó a alejar de nosotros ─Esto nos llevara un rato. Llevadla adentro y daos un paseo por ahí

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora