Final Fantasy XV [Noctis y Tu]

LXXVII B

Habían pasado ya dos días desde que partimos de Lestallym, y con una gran tristeza, nos separamos de Cindy, partiendo por diferentes caminos. Ya que mientras ella regresaba a su taller, nosotros nos encaminamos hacia Galdin Quay. Aquella ultima noche que pasamos en el festival, después de haber vivido esa pequeña aventura, recuerdo como nos la pasamos riendo, comiendo y conversando. Fue una de las noches en donde pudimos divertirnos, en donde el pelinegro volvió a dar un salto de fe y sus ojos brillaban como si fuera un niño pequeño, en donde Ignis aprendió una nueva receta, en donde Gladdy se la paso hablando con Cindy y Holly, y por ultimo, con el rubio tomando fotos cada dos por tres.

Solté una pequeña sonrisa al recordar el rostro del rubio cuando el y Cindy se tomaron esa foto que tanto deseaba, y el como me agradeció en la noche dándome miles de abrazos y besos en las mejillas, que si no fuera porque tanto Noctis como Gladdy lo separaron de mi, entonces me hubiera desmayado porque el aire no llegaba a mis pulmones.

Esa noche fue una de las mas felices de mi vida, pero ese sentimiento se acabo al día siguiente, cuanto me desperté de una horrible pesadilla. Una pesadilla que causo que cuando despertara, sintiera una soledad y oscuridad dentro de mi, algo que nunc antes había experimentado. Pero por mas que trataba de recordar la pesadilla, no podía hacerlo, solo sabia que estaba agitada y sudorosa, al punto que tuve que volver a bañarme para evitar enfermarme. Pero lo mas importante fue que me desperté con un mal presentimiento. Un presentimiento que lo sentía en mi estomago como una roca que no quería dejarme y me apretaba la garganta. Un presentimiento que me decía que tenia que ir a Galdin Quay.

Cuando se lo conté a los chicos y a Cindy, que los invito a pasar mientras me bañaba, me miraron preocupados e inseguros. Este era un caso diferente a lo que me ocurría en el pasado, porque sabia que no era una visión, pero ese sentimiento que tenia era algo que no podía ignorarlo. Esa noche los chicos hablaron, pero por yo no los escuchaba, estaba tan ida, tan fuera de mi. Que lo único que tenia en mi mente era el tener que ir a esa playa. Pero era de noche, y la única voz que logre escuchar fue la suave voz del pelinegro, quien me cargo de la silla en donde estaba sentada para colocarme en la cama.

Fue bastante claro en ese momento lo que me pedía, me dijo que lo hablaríamos en la mañana y que era momento que tratara de dormir un poco. No fue hasta el día siguiente que me entere que lo había dicho porque mi aspecto no era el mejor, estaba pálida y parecía que tendría un ataque en cualquier momento. Lo único que recuerdo es haber asentido despacio, acostando mi cabeza en la almohada y entrelazar mi mano con la de el. Buscando la calma que por alguna extraña razón solamente el podía darme. Porque cuando su mano estaba conectada a la mía, toda la tormenta que había dentro de mi cabeza se despejaba, permitiéndome tener un momento de paz. El resto de la noche, el durmió a mi lado, en una silla incomoda, pero nunca llego a soltar mi mano, mientras Ignis se quedaba dormido en el sofá y Prom en el otro, Gladio se durmió en la silla al lado de la pequeña mesa, asegurándose de que todo estuviera bien conmigo.

Según lo que el rubio me había dicho, ellos le habían ofrecido la otra habitación a Cindy, para evitar que se sintiera incomoda al quedarse en una habitación completa de hombres. Pero se negó al querer quedarse a mi lado, y así todos compartidos un cuarto.

En la mañana, cuando desperté, mi estado no había mejorado y los recuerdos que tengo de ese día son algo borrosos. Como si no estuviera yo controlando mi propio cuerpo, estaba ida y por mas que quería hablar, no podía. Lo único en lo que era consiente era el hecho de que la mano de Noctis aun se mantenía conectada a la mía, y era lo único que evitaba que mi mente se volviera una tormenta, en donde miles de pensamientos pasaban - y los cuales ni podía recordar de que trataban. Los chicos me dijeron que no dejaba de repetir que tenia que venir a Galdin Quay, así que sin mas remedio, se despidieron de Cindy y emprendimos con destino a ese lugar.