Final Fantasy XV [Noctis y Tu]

III

Dispare una flecha al ver como una de las alimañas intentaba escalar la roca, la flecha había llegad justo en medio de su cabeza, aun sentía mis manos temblar, pero antes de disparar trataba de respirar hondo, tratando de tranquilizarme. Una flecha después de otra salían disparadas gracias a mi arco y me fue inevitable sentirme orgullosa al ver como muchas de las alimañas tenían incrustadas en su cabeza, brazos, espalda y piernas mis flechas, no le había hecho ningún daño a ninguno de mis compañeros y eso me alegraba y relajaba. 

─He castaña, segura que no prefieres una pistola, seguro que son mejores que el arco y flechas ─me grito rubio con burla, le sonreí sabiendo que solo estaba jugando mientras el seguía disparando les a los que trataban de acercarse demasiado a el.

─Eso ya lo veremos... ─susurre pero sentí como mi alma dejaba mi cuerpo al ver como una de esas bestias corría hacia el rubio, agarre una flecha con rapidez y la puse en mi arco para después disparar de una.

El sonido de un hueso romperse hizo que el rubio al igual que los otros tres chicos voltearan a ver que había pasado y me fue inevitable sonreír con burla hacia el rubio. Mi flecha se había incrustado perfectamente entre los ojos de esa bestia. Los cuatro me voltearon a ver asombrados, baje la mirada y seguí disparando algo avergonzada de haber llamado la atención de todos. Mentalmente le agradecía a mi hermano que me hubiera enseñado a como usar un arco y flechas, el al querer ser un soldado aprendió combate cuerpo a cuerpo y a usar armas, entre ellas el arco y flechas. Siempre me negaba a pelear así que se rindió a enseñarme a combatir y en cambio trato de mostrarme a como usar el arco y flechas.

Me había tomado mucho tiempo aprender a dominar lo, y para ser sincera, desde que el se había ido no lo había vuelto a usar. Aunque nos peleábamos, podía notar como el aveces buscaba lo mejor para mi, eso no quita el hecho que no siempre me trataba bien. Pero por lo menos sabia que una pequeña parte de el me quería. Ademas le agradecía infinitamente que me aya enseñado a usar el arco y flechas, porque los dos días que estuve en el palacio con el rey entrenando con ellas, había sido mucho mas fácil de no haber sabido usarlas.

Estaba vez dispare dos flechas, una hacia una alimaña que trataba de atacar a el príncipe por la espalda y otra que estaba apunto de saltarle a Ignis. El príncipe me ignoro y siguió peleando, en cambio el de lentes me miro con gratitud, seguimos así hasta que acabamos con todas las alimañas que habían. Gladio se acerco a mi y estiro su mano, sin duda la agarre y el me ayudo a bajar de la alta roca de un salto, se lo agradecí y camine hacia las alimañas mientras sacaba un blanco pañuelo.

Mientras caminaba agarraba cada una de las flechas que había usado y limpiaba los restos de aquellas criaturas para volver a ponerlas en el carcaj. Cada flecha era importante y no podía permitirme a perder una sola. Los chicos me veían algo confundidos pero el rubio dio el primer paso y me ayudo con las flechas, las limpiaba y las agarraba, estuvimos así hasta que ya no quedaban mas. El me paso todas las flechas que había recolectado, le agradecí y guarde todas en mi carcaj para después hacer que el arco junto a las flechas y carcaj desapareciera.

Cuando ya todo estaba listo, caminamos de regreso al restaurante. Según escuche, iban a pedir el dinero por el trabajo que habíamos hecho. Yo tan solo iba detrás de ellos ya que los cuatro chicos iban caminando, yo tan solo andaba emocionada, aunque no había hecho mucho, les había mostrado de alguna u otra forma que podía ser útil y no una carga. Al llegar al restaurante, el encargado le dio el dinero a el príncipe. El rubio se paro al lado mio y cuando lo voltee a ver, pude notar como sus ojos brillaban al ver un platillo de comida.

─Deberíamos hacer otro trabajo?─ le susurre, llamando su atención. El se quedo callado esperando que continuase ─los platillos aquí son algo caros, gastaríamos mucho si contamos que somos 5, pero si hacemos todos los trabajos que podamos, estoy segura que podríamos comer aquí y de paso nos quedaría un poco de dinero.