LXXIII

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Entrecerré los ojos y lleve mi mano encima de mi rostro al sentir los fuertes rayos del sol cegarme por unos segundos. Me encontraba cansada, sudada y prácticamente hecha un desastre por todo lo que tuvimos que hacer dentro de la cueva. Horas trotando y peleando contra monstruos, buscando otra entrada hacia la habitación de la arma de uno de los reyes de antaño. Pero no encontrábamos nadas, hasta que nos dirigimos hacia un camino mas apartado que logro sacarnos de la cueva. La pregunta era si este era el camino definitivo u otro camino sin salida.

El sol ya estaba bajando, mis ojos se cerraban y mi cuerpo quería acostarse a dormir un par de horas. Normalmente aguantaba hasta la noche si es que no estábamos en la Regalia, en donde podía tomarme un par de horas de descanso sin preocuparme de nada, pero como estábamos en un misión, no podía hacer absolutamente nada. 

Soltando un gruñido al saber que tal vez aun teníamos que seguir por un largo tiempo, baje mi vista, ignorando las miradas divertidas de mis amigos. Sin embargo, y aunque estaba cansada, tan pronto mire mi alrededor, mis pensamientos se desviaron en lo bonito que era el lugar. Definitivamente era extraño, ya que las rocas alrededor de nosotros y que se expandían hacia adelante nos indicaban que todavía estábamos extrañamente dentro de la cueva o que no habíamos dejado por completo el terreno. 

El césped a nuestros pies y los arboles a nuestro alrededor generaba que se sintiera como un bosque o selva. Sin embargo, y lo que mas importaba era que no teníamos que elegir entre muchos caminos, ya que las paredes de piedra solo nos dirigían hacia un único camino. 

─ Esto seguro lleva a alguna parte! ─ dijo el rubio, pasando su brazo por mis hombros, mientras yo dirigía mi mirada hacia el y alzaba mis cejas con ironía. 

─ Oh seguro nos llevara alguna parte... como los últimos 20 caminos sin salida─ conteste, cruzándome de brazos mientras me apoyaba en su hombro descansado aunque sea un poco mi adolorido cuello. 

─ Esto prácticamente nos esta invitándonos a entrar ─ comento Gladdy, por lo que volteando a verlo, note como miraba todo con sospecha. 

─ Creen que habrá algo por aquí? 

─ Tan seguro como que me llamo Ignis ─ respondió el de lentes a la pregunta que Prom había hecho.

─ Vamos a echar un vistazo ─ dijo el pelinegro, mientras empezaba a caminar un par de pasos al frente nuestro antes que nos uniéramos a el. Aunque personalmente yo iba arrastrando mis pies, mientras pensaba en la dulce cama y ducha caliente que me daría mañana, después de llegar a Lestallum.

─ Wow... Esto es una jungla! ─ se asombro Prompto, causando que asintiera ligeramente con una leve risa por el tono de voz que había usado. Era sorprendente como aun podíamos sorprendernos después de haber visto tantos paisajes durante todo nuestro viaje.

─ No solo abunda la flora, también la fauna ─ murmuro Ignis, quien parecía igual de interesado en el lugar que el rubio y yo.

─ Quien sabe que nos sale reptando de los arbustos ─ dijo Gladio y aunque sabia que no lo hacia apropósito, la palabra reptando me sonaba demasiado a reptiles y esta ultima palabra hacia que pensara en serpientes, causando que un escalofríos recorriera toda mi espalda. ─ Estén alertos.

─ Creen que haya serpientes por aquí? ─ cuestione nerviosa, mientras me sobaba los brazos tratando de no pensar en esas cosas aun cuando una imagen de serpientes seguía en mi mente. 

─ Si y las cuales subirán sobre ti ─ susurro el rubio, mientras sentía algo subir por mi espalda hasta llegar a mi hombro. Por lo que soltando un chillido, salte en mi lugar para después correr al lado de Gladio mientras limpiaba mi hombro con asco. Mas al no sentir nada y mirar el lugar en donde estaba, me encontré a mi queridísimo Prom con las manos levantadas y una sonrisa burlona.

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora