Final Fantasy XV [Noctis y Tu]

XXIX

Ya al lado de ellos, decidimos que lo mejor será ir al mercado a comprar algo de comida en donde yo pueda guardarla en mi mochila. Lamentablemente al ser ahora 6 personas, tendría que llevar porciones más grandes y una botella grande mas para Iris, lo que significaba más peso y que me mataría la espalda aun mas de lo que ya lo hacia. Pero no podía quejarme, Iris era importante para Gladio y el era importante para mí, sabía que él se sentía más seguro si ella viene con nosotros por lo que haría lo mejor para que se sintiera cómoda. Además, no podía quejarme, por un tiempo no sería la única chica en el grupo.

Durante nuestra pequeña caminata, los chicos me explicaron que Talcott se habia ido a Caem junto a otras personas. Aunque al principio estuve en desacuerdo, ellos, principalmente Ignis, me explicaron que nosotros no exactamente íbamos directo a Caem, sino que entrabamos en lugares peligrosos que ponían en peligro la vida del pequeño, al igual que con nosotros 6 en el Regalia, no habría lugar para que el estuviera cómodo.

Al estar en el mercado, me aleje de los chicos y compre las botellas de agua junto a más carne seca y mucha fruta, tuve que tirar algunas cosas de mi mochila, como una pequeña cobija, para que todo entrara. Cuando estaba lista, me acerque a los chicos, quienes seguían conversando y trataban de incluirme en la conversación, más mis respuestas siempre eran secas y cortantes al estar perdida en mis pensamientos.

─Toma ─ me dijo Prom mientras extendía una gran manzana roja, poniéndola al frente mio.

Lo mire con las cejas alzadas, pensando que se burlaría de mi, más grande fue mi sorpresa al ver que en vez de tener una sonrisa burlona, tenía una calmada y cariñosa. Aunque en sus ojos podía notar la preocupación al mirarme.

─Puedo apostar que no has comido nada desde ayer ─ me quede callada dándole con mi silencio la razón, a decir verdad, no tenía hambre en estos momentos. ─ Tal vez no tengas hambre, pero será mejor que comas, no quiero que vayas a enfermarte.

El rubio me dijo al ver mi mirada, durante unos segundo me quedé mirando la manzana para después asentir y agarrarla. Pensé que con ello el se iría para caminar al lado de los chicos, pero el se quedo a mi lado, esperando que mordiera la fruta en mis brazos. Suspire algo cansada, pero no me negué y le di un primer mordisco para después acabarme la manzana en un minuto, recién cuando la manzana habia pasado mi garganta habia entendido lo hambrienta que estaba.

─Ni los chicos ni yo sabemos que pasa, que te molesta.... ─ Después de unos minutos de silencio se rió sin ganas. ─ No, si sabemos porque estas así, pero sabemos también que es por algo más.

Iba a hablar, a mentirle que no pasaba nada, aun cuando se podía notar que era una mentira, pero el no me dejo.

─Estoy cien por ciento seguro que Noc sabe lo que te pasa, sino nos hubiera dicho ayer que se quedaría en tu habitación para cuidarte junto a Talcott. ─ Aquella confesión logró que sintiera mis mejillas calientes y que con mi cabello tratara de esconder mi cara ─ se que durante todo este tiempo te dijimos que esperaremos hasta que te abras. Pero solo quiero decirte que ya sea que le temes algo de tu pasado o presente o futuro, yo te acepto tal y como eres.

Al decir aquel pequeño discurso, note como su mirada se oscurecía, pero en sus ojos no habia maldad, sino tristeza, miedo y añoranza, el deseo de tener algo y no poder tenerlo.

─Cuando te miro, en tu mirada puedo ver lo mismo que yo siento, así que estoy muy seguro que tu secreto es algo que te molesta. ─Al terminar de decir aquello, su mirada cambió radicalmente a una juguetona, logrando que sonriera ligeramente. ─Por eso quise decirte que cuando tu te abras conmigo y me cuentes tu secreto, yo también te contare uno mio.