Final Fantasy XV [Noctis y Tu]

XXXVIII

Nota:

la razón por la que publico hoy, no es porque ya pasaron casi 2 semanas desde la última publicación que hice, sino porque vengo a decirles que no publicare hasta el Viernes, 27 de Noviembre. Tengo unos cuantos proyectos y justamente ese dia tendre unas vacaciones por lo que podría escribir el fin de semana sin ningun problema. Lamento que el tiempo que publico cada vez va creciendo, pero no puedo dejar mis estudios de lado, son muy importantes para mi.

~ o ~ ☆ ~ o ~

Me encontraba caminando al lado de Prompto con tranquilidad, viendo a mi alrededor entre curiosa y alerta. Por un lado, aunque el lugar estuviera oscuro y abandonado, por lo que tenía que tener cuidado con lo que podía aparecer al frente mio. Pero quitando ese hecho, el lugar me parecía extrañamente fascinante, me sentía en una película de aventura en donde yo tenía que encontrar un tesoro escondido.

Aunque no solo tenia cuidado del lugar, sino que también tenia un ojo encima de Aranea, ya que hace apenas unos segundos habia recordado en donde la habia visto despues de minutos de pensar y tratar de recordar. No era muy de mi agrado tener que confiar en alguien que habia querido hacerle daño a mis amigos, pero sabía que esto era importante y que los chicos no se confiaran tanto en ella.

─Cuidado ─ escuche el ligero grito de Prom y cuando gire mi cabeza a la derecha me encontré a unos 8 esqueletos, los cuales en cada brazo tenía un hueso extra filoso.

Sin perder el tiempo hice aparecer mi arco y flechas al mismo tiempo que los chicos hacían aparecer sus armas. Mas deje de concentrarme durante unos minutos en los chicos al ver como una de mis flechas habia atravesado las costillas de un esqueleto, pero para mi mala suerte, no le habia hecho ningún daño al enemigo, mientras él me daba un golpe tirándome hacia atrás.

─Estas bien? ─ me pregunto Noctis tan pronto se paró al frente mio para evitar que el mismo esqueleto me volviese a golpear.

─Si... ─ murmure, agarrando la parte trasera de mi cabeza, en donde habia recibido el golpe para gruñir con dolor. ─Demonios.

─Tal sea mejor que te quedes unos pasos atrás ─sugirió, e iba a asentir, pero al agacharme para volver a agarrar mi arco, una idea atravesó mi mente y sonreí.

─No hace falta, tal vez mis flechas no les hagan daño. Pero estoy segura que mi arco funcionara para hacerlo ─ recibí un pequeño asentimiento de su parte antes de acabar con el esqueleto.

Un segundo esqueleto iba a atacarme, por lo que agarrando con fuerza mi arco y como si fuera un bate, logrando que el esqueleto se golpease con la pared por la fuerza y cayera al piso. Lamentablemente no pude ayudar en esta batalla tanto como me hubiese gustado, solo habia podido acabar con aquel esqueleto a diferencia de los demás que se habían encargado de los otros siete. 

Pero ignore aquel hecho al solo enfocarme en mi arco y agradecer que estuviera hecho por un material bastante fuerte como para no romperse o gastarse, además de haber encontrado otro nuevo uso para el.

─Sigamos ─ pidió Prom, recibiendo un asentimiento de todos nosotras, a excepción de Aranea que se dedicó a seguir caminando.

Seguimos caminando y a veces corriendo por los pasadizos, y aunque el lugar era extrañamente fabuloso, no iba a negar que era como estar en un laberinto. En muchas ocasiones tuvimos que regresar por donde habíamos llegado porque uno de los pasadizos no tenía salida o continuidad. Pero lo que me habia hecho odiar el lugar y el querer irme fue el hecho de que en uno de aquellos pasadizos caí al suelo y no necesariamente sola. Uno de los esqueletos se habia tirado del techa hasta caer encima mio, logrando que me volviese a golpear la cabeza.