Hace ya muchas horas atrás nos habíamos despertamos y desde el momento en que todos nos levantamos, lo cual fue muy temprano casi al mismo tiempo que el amanecer, habíamos empezado nuestra misión de buscar la Regalia en una de las bases del Imperio.
Esta vez, ninguno de nosotros habia desayunado nada, ya no quedaba más comida en mi mochila y eso que me puse a buscar hasta el fondo pero simplemente ya no quedaba nada. Por lo que esperaba poder recuperar el coche hoy mismo para poder regresar a la ciudad y comprar algo de comida, porque enserio dudaba si íbamos a comer el día de hoy o por lo menos en las próximas horas.
Cuanto mas nos acercabamos a la base, más enemigos nos encontrábamos, lo cual era algo molesto ya que en muchas ocasiones nos habíamos encontrado con grandes máquinas, con las cuales cada vez que intentaba lastimarlas con una flecha, simplemente no podía. Noctis en más de una ocasión tuvo que prestarme su espada, la cuela seguía siendo muy pesada para mi, ocasionando que los chicos tuvieran que salvarme en más de una ocasión.
Así que acordamos que ya no usaría la espada hasta que me acostumbrara, osea que más adelante recibiría no solo entrenamiento en cuanto al arco se trataba sino que también para poder usar una espada, porque según los chicos, yo tendría que aprender a usar una por si las flechas se me acaban. Pero a lo que habíamos acordado en batalla era que por ahora yo simplemente me enfocara en los soldados, mientras ellos peleaban con las máquinas grandes.
El entrenamiento lo recibiría de parte de Glady y Noctis, ya que según el grandote, tenía que ver cómo se hacían las formas correctamente y de forma incorrecta, por lo que le gustase o no, el príncipe sería el que se equivocara y por lo que pude ver en la cara de Glad, el hasta usaría a Noctis como el conejito de indias para mostrarme. Aunque el príncipe no se negó mucho cuando Glad le explico que era para enseñarme, por lo que le agradecia que se tomara esas molestias.
En estos momentos el cielo se estaba llenando de colores anaranjados, rojos y amarillos, lo cual significaba que muy pronto sería el atardecer. Y aunque agradecía lo rápido que pasaba el día, también estaba cansada por haber peleado hasta ahora, me dolían huesos que hasta no sabia que tenia.
Justamente ahora estábamos peleando con otros soldados del Imperio, pero estos eran diferentes, eran más fuertes y resistentes, por lo que nos estaba costando ganarles la batalla. Y como si fuera poco, habia una maquina gigante y otros animales grandotes, los cuales se llamaban Garulas. Los Garulas eran unos animales grandotes y tenían dos grandes cuernos en la parte delantera. Aunque teníamos que tener cuidado con ellos, no podía culparlos, mientras peleábamos con los soldados, algunos de los Garulas que habían salieron lastimados, por lo que ahora mismo se estaban defendiendo de cualquiera que intentara hacerles daño.
Estaba maldiciendo a en mi mente a un soldado que tenia muchas flechas alrededor de su cuerpo pero aun no caía, hasta que vi al frente mio como una gran titan se acercaba a nosotros corriendo. Sin querer solté un grito mientras lo señalaba, los chicos se acercaron corriendo a mi mientras veían a la gran criatura. Y que si no fuera porque estaba con los chicos, probablemente me hubiera desmayado.
El titan para mi sorpresa no nos hizo daño, el golpeo el piso causando que rocas salieran de este para empezar a elevarse. Pero para nuestra suerte, ninguna roca cerca de nosotros se elevo. Poco a poco el suelo empezó a regresar a su normalidad, mostrando de este modo a todos nuestros enemigos derrotados y en el piso. Mire al gigante con una sonrisa, pero mi boca se abrió en una gran O al ver como este desaparecía para dejar pequeñas lucecitas doradas caer al piso en el lugar donde estaba.
─Eso fue genial─ susurré aun asombrada, pero cuando me gire a ver a los chicos, mis ojos fueron directamente a Noctis al ver que los ojos de este estaban entre un color rojo, naranja y violeta.
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Final Fantasy XV [Noctis y Tu]
FanfictionEmprender un viaje con el príncipe y sus amigos... Debe ser una broma. Eso es lo que pensaba una castaña llamada ______. Pero después que la hija de la mejor amiga de su madre, Mia, le contara al rey sobre sus visiones sobre el futuro, el le ordena...