XV

1.7K 140 172
                                    


Al día siguiente me desperté aun con dolor, pero ya era algo menor al que sentí ayer, era un pequeña punzada que podía sobrellevar. Con cansancio me levante de la cama en donde había dormido, y me cambie mi pijama maldiciéndome por el episodio que había vivido recientemente. No podía creer que había hecho aquella escena tan vergonzosa. Salí de la habitación cuando ya estaba lista y camine hacia el lugar de trabajo de Cindy con la vista gacha, pero las voces de los chicos me sobresaltaron e interrumpieron mi camino. 

─Chicos... hola ─ salude nerviosa mientras sentía mis mejillas calentarse. No había hablado con ellos desde el incidente de ayer y aun no me sentía lista para hacerlo.

Pero también pude notar como tres no estaban listos para verme, el grandote estaba mirándome con los brazos cruzados y una leve mirada de incomodidad en su cara. El príncipe estaba mirando a otras direcciones evitando mirarme a los ojos, lo cual no me importaba porque era algo que ya estaba acostumbrada. Prom estaba sonrojado mientras pisaba una y otra vez con su pie izquierdo con nerviosismo. El único que se veía normal era Iggy pero el leve color rosado en sus mejillas me hizo entender que el también recordaba lo de ayer.

Suspire exasperada mientras escuchaba como cada uno me saludaba a su manera, Iggy me dijo un "buenos días", Glad un "Que tal pequeña castaña?", el príncipe solo movió levemente su cabeza en señal de saludo mientras Prom se posaba al frente mio y me agarro las mejillas con preocupación.

─ Como te sientes pequeña castaña? te sigue doliendo? quieres comer o tomar algo? ─empezó a llenarme de preguntas, lo cual me causo de cierta forma ternura. ─ Quieres que te traigamos algo? Cuanto tiene que pasar para que ya no tengas el perio.... ─ antes que terminara su ultima pregunta, la cual ya me imaginaba y no quería contestar, me aleje de sus manos mientras me rascaba con nerviosismo la cabeza.

─Ya me siento mucho mejor Prom, enserio, no hay necesidad que me traigas o hagas nada ─ conteste riendo con nerviosismo. Nos quedamos los chicos y yo unos segundos en un incomodo silencio, el cual estaba dispuesta a huir. ─ Bueno... yo creo que me iré a desayunar, alguien quiere venir conmigo? ─ pregunte por respeto, cuando dentro de mi deseaba con todo mi corazón que dijeran que no.

─La verdad, nosotros ya desayunamos pequeña castaña ─ me contesto Glad, fingí una mirada de tristeza, aunque muy dentro de mi estaba saltando de felicidad.

─Justamente en estos momentos nos estamos dirigiendo a ver a Cindy, ella nos esta pidiendo un favor por lo que iremos a ver cual es. ─ Me contesto esta vez Iggy, yo asentí con lo que dijo y otro silencio incomodo se creo.

─Crees...─la voz del príncipe algo ronca se escucho, por lo que se aclaro la garganta.─ Crees poder venir con nosotros esta vez? ─ me pregunto y yo asentí levemente.

─Si su alteza, uhm ya me siento mucho mejor y sera mejor que vaya a desayunar para poder irnos lo mas pronto posible ─ dije mientras empezaba a caminar hacia atrás, alejándome de ellos. Iggy, el grandote y el príncipe asintieron por lo que me di la vuelta y empece a caminar hacia el restaurante.

─Espera... ─ escuche que Prom grito, me di la vuelta y vi que se estaba acercando a mi mientras los chicos lo intentaban detener.

─Si prom, necesitas algo? ─ trate de sonar lo mas amable posible, sabiendo que me estaba muriendo de hambre.

─Quieres que te acompañe? Digo, te veías tan desanimada cuando te dijimos que no podíamos ir a desayunar contigo. Que se me ocurrió acompañarte. ─ me quede estupefacta, cambiando mi mirada de Iggy, el príncipe y Glad hacia Prom uno y otra vez sin saber que contestar.

Note como Glad se golpeaba levemente la cabeza con la palma de su mano, mientras el príncipe rodaba los ojos e Ignis se ajustaba los lentes. Me quede parada sin saber contestar, quería ir sola para evitar el ambiente incomodo pero resulta que aun lo tendré presente. Sin que Prom lo notara, suspire levemente antes de asentir con una leve sonrisa.

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora