XXVIII

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Después de estar sentados durante un par de horas en el carro, por fin habíamos llegado a Lestallum. El sol ya estaba en su mayor resplandor y todos estábamos caminando hacia el hotel, yo secretamente deseando que todo estuviera bien y que mi visión hubiera sido falsa o que la advertencia de Noctis hacia Iris hubiera servido de algo. Más grande fue mi sorpresa al ver a Iris caminando de un lado a otro, hasta que se quedo quita mirándonos a todos, como si hubiera estado horas esperando nuestra llegada.

─Oh, Glady ─ hablo ella con la voz quebrada, logrando que tuviera un mal presentimiento de todo esto y que apretara mis puños con miedo.

─Que pasa? ─ preguntó el grandote confundido por el tono de la voz de su hermana y la mirada de tristeza de esta.

─Lo siento, nunca pude ir a Caem.... ─ se quedó unos segundos en silencio, mientras Glad se acercaba a ella. ─ El Imperio apareció cuando se fueron.

Nos quedamos en silencio y sin decir ninguna palabra, todos caminamos para subir a la habitación de los chicos. Ignis, Glad y Noctis se quedaron parados al entrar, mientras Prom se sentaba en la cama e Iris se sentaba en un sofá de la habitación. Yo estaba en contra de una pared porque sentía, no quería sentarme pero sentía que si estaba parada en algún momento me caería por el miedo que sentía.

La mirada que Iris tenía en la cara solo lograba que me sintiera mal, ya que sabia lo que venía y las lágrimas querían escapar, pero tenía la esperanza de que tal vez estuviera mal. Que tal vez yo estaba equivocada y ella se iba a referir a otra cosa, en verdad lo deseaba.

─Ninguno de nosotros dijo una palabra de Noc. Tuvimos mucho cuidado pero salieron de la nada y... Pobre Jared ─ nos contó Iris con la voz entrecortada, notado lo difícil que era para ella hablar de lo que habia pasado.

─Qué quieres decir? ─ pregunto Glad. ─ Qué le pasó a Jared?

─No pudimos hacer nada! ─ grito Iris algo agobiada.

Con su última oración, ya me quedaba claro que lo inevitable habia pasado. Como podía ver mis visiones como un don, cuando podía ver la muerte de alguien y no poder hacer nada para cambiarlo. Era una maldición saber que alguien podía morir y no poder hacer nada para salvarlo, no poder evitar su muerte. No importaba que tanto advirtiera para evitar algo, el destino de una persona siempre llega, ya sea como ocurrió en mi visión u otra manera... Me sentía una inútil y que habia fracasado, otra vez.

Todos nos quedamos en silencio después de aquel grito, hasta que nuestra mirada se encontró en la puerta, que poco a poco se fue abriendo hasta mostrar a Talcott del otro lado. Fue ahí donde me mordí el labio hasta que la sangre cayera, era la misma escena que habia tenido en mi visión, el llorando en la puerta con la mirada baja. Sollozando con los puños apretados de la rabia y tristeza.

Noctis se acercó a él y se arrodillo hasta estar a su altura, yo inevitablemente desvié la mirada. El sentimiento de culpa se apoderó de mí y al igual que en su momento habia pasado con el príncipe, sentí que no tenía el derecho de mirar al niño. No sabiendo que habia podido evitar su dolor y no lo habia logrado.

─ Es culpa nuestra... Tendríamos que haber estado aquí ─ le dijo, pero lo siguiente que Talcott dijo rompió mi corazón.

─No pude pararlos...

─Pero esta se las cobrare al Imperio. Pagarán por lo que hicieron. Lo juro ─ le prometió Noctis, y aunque fuera difícil de detectar, habia un ligero tono de rabia cuando mencionó al Imperio.

─Se que lo hará, príncipe Noctis ─ comento el chico para levantar la vista, la cual se poso en mi.

Trate de no mirarlo, sintiendo la vergüenza recorrer mi cuerpo. Pero sentí como algo duro me hacía golpearme con la pared y unos pequeños brazos rodear mi cintura, cuando baje la mirada, me encontré al pequeño Talcott con su cara enterrada mi blusa, abrazándome con fuerza. Sentir como el se aferraba a mi, como si temiera que me fuera a ir logro que me sintiera la peor persona del mundo.

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora