XXVII

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Se podría decir que estuvimos alrededor de media hora buscando el Regalia, teniendo cuidado con los soldados y escondiéndonos muchas veces detrás de grandes contenedores. También continuando aquella pequeña competición de quién podía noquear a los soldados más rápido, algo en donde Prom y Glady se metieron, ya que hicieron apuestas, Prom apostando por Noctis y Glady apostando que yo tendría la mayor bajas. Lamentablemente el grandote iba a perder, ya que el principito tenía alrededor de 5 bajas más que yo, teniendo el 13 mientras yo 8.

─Estate listo para pagarme ─ le susurro Prom a Glady, logrando que me empezara a sentir mal, ya que el grandote habia confiado que yo lograría tener una gran cantidad de bajas, lo cual no habia pasado y ahora él perdería dinero.

─Perdón ─ susurró apenada, mientras sentía la mano de Glad en mi cabeza, despeinando mi cabello mientras me miraba como si tuviera 5 años.

─Tranquila, después del entrenamiento que tendremos, nadie podrá ganarte ─ me tranquilizo, logrando que una pequeña sonrisa apareciera en mi rostro.

Nuestra pequeña conversación paro cuando Ignis se aclaró la garganta, llamando nuestra atención. Miramos a nuestro alrededor alertas, pensando que nos habían encontrando, mas Iggy simplemente suspiro mientras señalaba al frente de él, exactamente donde estaba el auto. Ver la Regalia al frente de nosotros, a unos cuantos metros me alegro el día, significaba que teníamos que sacarla de la base para por fin irnos, no que aquello fuera simple, pero ya teníamos la primera parte terminada.

─Ahí está mi viejo amigo ─ exclamó Noctis con una sonrisa de felicidad al ver la Regalia, mientras caminaba hacia el coche.

─Un "regalio" para los ojos ─ hablo Prom, jugando con las palabras, logrando que sonriera algo divertida.

─Y no parece haber sufrido a manos del imperiales ─ comentó Iggy cuando estuvimos al frente de nuestro carro, el cual nos habia acompañado hasta ahora.

─Es un bonito reencuentro y no quiero arruinar el momento, pero lo mejor será largarnos de aquí ─ susurré nerviosa, pero unos fuertes pasos se escucharon detrás de nosotros logrando que todos nos diéramos la vuelta.

Nos encontramos con una gran máquina amarilla que se acercaba a nosotros junto a unos cuantos soldados detrás de ella. Abrí sin querer la boca al ver todo el ruido que aquella máquina estaba haciendo, logrando asegurarme que seguramente iban a venir refuerzos de su parte.

─Las cosas no pueden ser fácil para nosotros verdad? ─ pregunte en un susurro con ironía al recordar como al principio del viaje pensé que esto solo sería llevar al principio a su boda, una misión algo simple y ahora resulta que no habia día que no peleáramos contra alguien o algo.

─Ocúpate de los soldados, nosotros acabaremos con la maquina ─ me ordenó el príncipe, aunque más que una orden fue una petición, ya que el tono de su voz no era nada demandante.

Asentí agradecida, al parecer él todavía recordaba cuando habíamos peleado con una gran máquina cuando estábamos con el señor Cor. Él sabía que lamentablemente mis flechas no les hacía daños a las máquinas del Imperio y que más bien rebotaban, así que agradecería que lo tomara en cuenta ahora. Aunque el pensamiento de que era una inútil por no poder ayudarles con la máquina empezaba a surgir en mi mente, me empecé a sentir algo triste, pero al ver como aquellos soldados se acercaban a nosotros, sacudí la cabeza y saque una flecha para ponerla en mi arco y disparar.

Los chicos hicieron aparecer sus armas y corrieron hacia la máquina mientras yo trataba de subir en una caja. Fue algo complicado, pero logre hacerlo lo más rápido que pude para sentarme de rodillas y empezar a disparar a los soldados que se trataban de acercar a los chicos.

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora