XLI

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Nota: Hola, este es mi segundo regalo de Navidad y por año Nuevo. Disfrútenlo, por cierto. Feliz año nuevo, espero que la estén pasando genial y les deseo un hermoso año.


~ o ~ ☆ ~ o ~


Seguíamos caminando todos juntos, Aranea estando al lado de Ignis, mientras yo caminaba en medio de Noctis y Prom. Ambos chicos estaban hablando de algo, más yo no le prestaba atención, estaba tan metida en mis pensamientos y en mirar las paredes sintiendo un mal presentimiento, que cada vez que Prom me preguntaba si escuchaba, tan solo asentía o emitía un pequeño sonido de afirmación. 

Estaba tan metida en mis pensamientos que no note cuando el rubio acercó su mano a mi brazo y me dio un pequeño pellizco, logrando que saltara en mi lugar del susto y soltar un chillido. Aquel pellizco no había dolido tanto, pero el susto que me había dado era lo que había hecho que saltase, y como un arte de reflejo, lleve mi mano a la zona afectada.

─Prom ─ murmure irritada, mirándolo mal mientras él me veía divertido. Logrando que la irritación creciera más y en un acto de venganza, acerque mi mano a su brazo derecho para pellizcarle.

─Auch! ─ soltó un chillido ahora él y al igual que yo, tratando de vengarse estaba apunto de pellizcarme. Pero sus planes se vieron interrumpidos cuando Noct me agarro del brazo e intercambio lugar conmigo, haciendo que ahora él estuviera en medio y yo a su lado derecho. ─Oye, estaba por vengarme.

─No es momento ─ respondió simplemente, por lo que sonreí agradecida de su acción. Pero no me iba a quedar así y mostrando un poco más mi lado infantil, mire a Prom sacándole la lengua divertida.

─Y otra vez el príncipe salvando a la dama en apuros ─ se quejo el rubio, cruzándose de brazos, mientras el Noctis y yo lo miramos divertidos.

─Seguro que no es el príncipe salvando al caballero en apuros ─ murmure ahora yo.

─Mira como me rió ─ empezó a reírse exagerada y falsamente el rubio, pero el se quedo callado al igual que el pelinegro dejó su sonrisa divertida. Ambos al verme seria y mirando al frente de nosotros, se quedaron en silencio y dejaron de bromear.

Se quedaron mirando la gigantesca habitación a la que habíamos entrado, estando todo oscuro a excepción del lugar que las linternas de los chicos iluminaban. En las esquinas había unas rocas brillantes, de color naranjas y azules, las cuales contenía energías que el príncipe usaba en las batallas.

Noctis se acercó a las piedras con nosotros a su lado, y estiró su mano absorbiendo la energía para después, estando a una pelea, él las pudiera usar contra los enemigos lanzandoles la bola que contenía la energía. Las veces que el hacia eso o casi todas las cosas que lo involucran son fascinantes para mi, son cosas que nunca en mi vida había visto y eso era lo que me emocionaba. Pero en estos momentos eso no era lo que me llamaba la atención, sino una entrada gigante en una de las paredes, las cuales me daban un mal presentimiento.

Era un sentimiento extraño, sentía como si algo me estuviera llamando, por lo que me aleje de los chicos para caminar hacia esa entrada. Me quedé parada delante de las escaleras hacia abajo, las cuales me conducían a un pasillo o habitación espacioso, siendo iluminado en el medio por una luz que entraba por el techo, mas las paredes de la habitación estaban oscuras.

─Oh, que amplió ─ escuche la voz del rubio a mi lado, tomándome por sorpresa al sentir su mano en mi hombro. Por lo que por un acto de reflejo me aleje al sentir miedo, chocando con una persona atrás mio.─ Seguro que hay algo gordo y asqueroso aquí.

Final Fantasy XV [Noctis y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora