– Bueno ¿Y?– insiste el alemán.
José Luis y Altagracia se miran y se separan lentamente.
– Hans...– dice Altagracia.
– ¿Me querían ver la cara?– dice molesto– ¿Creían que yo me iba a creer toda esta mentira? Llevo meses invesgándolos ¿O ustedes piensan que yo hago mis negocios con gente de la cual no sé nada?
– Yo te puedo explicar.
– Altagracia– dice José Luis– Déjanos solos.
– ¿Cómo?– lo mira.
– Déjanos solos, por favor– la mira y toma su mano para darle calma– Yo me hago cargo ¿si?– dice en voz baja.
La doña no estaba acostumbrada a que un hombre se pusiera frente a ella para protegerla de ninguna manera, pero José Luis había aparecido en su vida para cambiar todos sus esquemas haciéndola dudar hasta de sí misma.
– Está bien...
Se retira de la oficina para esperar afuera.
– Toma asiento– dice José Luis señalándole el sillón.
– No, yo vengo a qué me aclaren las cosas.
– Toma asiento, Hans, por favor– insiste– Te voy a contar todo, sin mentiras. Lo juro.
El empresario alemán lo mira y luego toma asiento.
Navarrete va hacia la pequeña mesa de licores y toma dos vasos para whisky y le sirve a Zimmerman, parándose luego frente a él con su trago en la mano.
– Bueno, ya habla. No tengo tanto tiempo que perder.
– Cuando tú me contactaste para hacer negocios, yo había oído de tu mala fama...
– Y la sigo manteniendo– dice con un tono amenazante.
– Lo sé.
– Continúa– bebe un sorbo.
– Me preocupó que tú fueras tan peligroso. Tengo familia, un hijo. Mónica igual es una muchacha a la que pretendía cuidar. Y cuando al fin decidimos arriesgarnos contigo, tú creíste que Altagracia y yo estábamos casados, entonces no supe qué más hacer.
– ¿Y creíste que mentirme era la mejor opción?
– No supe que hacer. Además, tengo que admitir que si me molestaba que te le insinuaras a Altagracia.
– Dime una cosa, Mónica es la otra chica ¿no?
– Si. Hija de Altagracia, pero ya sabes, su seguridad me importa.
– ¿Que hay entre Altagracia y tú? Porque algo que no entendí jamás fue eso. Cuando hice mis investigaciones, tú tenías tu familia, Altagracia estaba con sus cosas, pero ¿dormir juntos también era parte del engaño?
– No– niega con la cabeza– Lo mío con Altagracia es real.
– ¿Y los niños? ¿Aceptan eso? Digo, tu sigues casado ¿No?
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Tu Obsesión
FanfictionLa distinguida Altagracia Sandoval es perseguida por la policía de México por haber asesinado a 5 hombres a sangre fría. Luego de ver como su hija se casaba con el hombre que ella amaba, decide huir y se lanza al mar esperando acabar así con su vid...