Amado sin decir ni una sola palabra se acerca a la rubia que tenía en frente y la toma firmemente de la cintura para acercarla a él.
– ¿Qué haces?– ríe.
– Tu sabes muy bien lo que provocas en mí, Altagracia– toma sus labios con los de él y tira de su labio inferior– Diana me va a matar, pero no puedo evitarlo...
– Ella...– suelta la toalla con la que se acababa de secar el pelo– no tiene porqué enterarse– le sonríe.
El ex agente de la DEA la toma con más fuerza y se apodera de sus labios con gran ímpetu. Mientras hunde su lengua dentro de la boca de la doña suelta la bata que ella llevaba y deja que esta caiga al piso. La aúpa en sus caderas y la lleva hasta la cama donde luego la recuesta. Altagracia lo observa desnuda mientras el se quita la playera dejando al descubierto sus músculos cubiertos en tatuajes. Se quita rápidamente los pantalones y descubre su virilidad frente a la rubia haciéndola sonreír. Para nadie era secreto que el medio hermano de Casillas era extremadamente atractivo y lo que tenía entre las piernas no se quedaba atrás.
Se acerca a Altagracia y comienza suavemente a besar sus piernas subiendo por sus muslos, caderas y abdomen hasta llegar a sus senos, donde se enfoca en pasar su lengua por los excitados botones de placer de la doña. Ella suelta unos pequeños gemidos y el la mira con una sonrisa de satisfacción. Se acerca a su boca y empiezan a besarse con un deseo inmensurable. Las manos de Amado recorren cada una de las curvas de la rubia mientras con su miembro hace presión en su feminidad. Cuando ya no aguanta más se separa un poco de ella para poder girarla con fuerza. Ella entiende de inmediato lo que debía hacer y comienza a levantar sus caderas para poder recibirlo. El mira la voluptuosa curva trasera de la doña y comienza con su manos a dirigir su virilidad hasta su entrada. Una vez adentro con sus manos la recorre hasta llegar a sus muñecas, las agarra con firmeza sobre su cabeza y la embiste fuertemente. Altagracia suelta un quejido a causa de su disfrute y se deleita ante las penetraciones del mexicano. Le encantaba el salvajismo con el que él la poseía y era lo que más había extrañado de él esos meses lejos.
Luego de un rato, Amado sale de ella para poder girarla, necesitaba ver su rostro mientras la hacía llegar a la cima del placer.
– ¿Me extrañaste?– dice agitado mientras la mira y vuelve a adentrarse nuevamente en ella.
– Yo no tengo recuerdos Amado– gime por la embestida– Yo olvido pronto...– se acerca a su boca y le muerde el labio para tirar de él.
Amado la mira y sonríe ante su actitud. Le encantaba que la doña fuera tan distinta a las demás, que no buscara a los hombres para comprometerse ni por necesidad. Ella sabía muy bien lo que valía como mujer y no dependía de nada ni de nadie.
Arremete nuevamente contra la rubia penetrándola una y otra vez, cada segundo con más desesperación. Se fundía en el cuerpo de la voluptuosa empresaria que tenía bajo el suyo mientras ella enterraba sus uñas en la piel de su espalda. Poco a poco comienza a llenarse de ella a causa de un profundo y delirante orgasmo hasta que el nuevo líder de los Casillas siente que no puede contenerse más y se permite llegar al clímax también. Entre jadeos ambos descansan en el cuerpo del otro.
– Necesitaba esto...– ríe y sale lentamente de ella para acostarse a su lado.
– ¿Hasta ahora te das cuenta?– ríe y luego se acerca a él para apoyarse sobre su pecho.
– Tu cuerpo, Altagracia– la mira– Es una droga...toda tu lo eres.
– Espero que lo hayas podido disfrutar esta última vez.
– ¿Cómo que última vez?
– Claro– ríe– ¿O qué pretendes? ¿Qué la güerita esa te sorprenda conmigo?
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Tu Obsesión
ФанфикLa distinguida Altagracia Sandoval es perseguida por la policía de México por haber asesinado a 5 hombres a sangre fría. Luego de ver como su hija se casaba con el hombre que ella amaba, decide huir y se lanza al mar esperando acabar así con su vid...