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Dormir juntos parecía una especie de nueva adicción para los empresarios, sobre todo para Altagracia, quien siempre se mostró reticente a mantener a un hombre en su cama por mucho tiempo, pero ahí estaba, abrazada a José Luis, sintiendo el calor de su cuerpo alrededor del suyo, erizando su piel con cada pequeño movimiento.

A mitad de la noche, la doña abre los ojos y cae en cuenta de lo cómoda que estaba entre los brazos del empresario. Respira su olor a hombre combinando con el perfume que cada día la inundaba en la constructora. Besa su pecho y se aleja de él para levantarse de la cama provocando que el moreno se remueva.

– ¿Adónde vas?– pregunta Navarrete algo somnoliento al sentir que se apartaba de su lado.

– A ver a los chicos, amor– dice buscando sus bragas en el piso evitando pisar las cosas del botiquín que cayeron de la cama a causa de su desate de pasión.

– Me encanta cuando me dices amor– le sonríe– Oye, pero deben estar durmiendo– se rasca los ojos.

– Lo sé...– busca unas bragas blancas de encaje en su maleta al no encontrar las otras– pero quiero asegurarme que estén bien– se las pone para luego tomar su bata– Además, lo lamento, José Luis– lo mira– pero yo no conozco a tu hijo y tengo que cuidar a la mía.

– Oye oye– ríe y la mira– Mi hijo es bien decente.

– Pues si se parece al papá...– levanta las cejas mientras se ata las tiras de la bata en la cintura– no lo sé– ríe.

– Ta bien– ríe– Anda, pero luego te vienes conmigo eh.

Altagracia lo ve acomodarse nuevamente en la cama y aprovecha de salir del cuarto. Camina algunos pasos hasta el de los jóvenes y abre la puerta de éste. Lo primero que ve es a Lucho totalmente destapado, por lo que se acerca y lo arropa sin despertarlo. Se acerca luego a su hija y acaricia su cabeza.

– ¿Mamá?– pregunta con los ojos entreabiertos al sentir sus cariños.

– Shh– la calla con suavidad– Duerme, corazón– dice en voz baja.

– ¿Pasó algo?– frunce el ceño intentando así enfocar la vista.

– No, mi amor. Solo vine a asegurarme que estuvieran bien.

– Ah, bueno...– vuelve a cerrar los ojos– Mamá.

– Dime, corazón.

– Tengo qué hablar contigo...– dice aún con los ojos cerrados.

– Mañana, hija. Ahora a dormir ¿Bueno?– besa su cabeza.

– Mmhh– asiente apenas con la cabeza.

La rubia se aleja de su hija y sale del cuarto cerrando la puerta detrás.

Al volver a su habitación, José Luis ya se encontraba dormido, o al menos eso aparentaba. Altagracia camina hacia el otro lado de la cama, se quita la bata dejándola a los pies de ésta y se acuesta nuevamente abrazando el torso del empresario, quien apenas la siente la acurruca en su cuerpo.

Y así transcurre la noche. Llena de cariños y calor corporal.

8:05AM

El empresario despierta y al mirar a su lado ve a la doña a torso desnudo y unas ligeras bragas de encaje.

El empresario despierta y al mirar a su lado ve a la doña a torso desnudo y unas ligeras bragas de encaje

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2022 ⏰

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