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– Mónica, dime la verdad ¿Te anduviste metiendo cerca de los Casillas? No me digas que te acercaste a uno de ellos.

– Ay mamá ¿cómo crees?– ríe.

– No lo sé– la mira– Pero no te quiero cerca de esa gente.

– Que nooo– le insiste– Mira, te contaré. Saúl al ser abogado tiene acceso a registros policiales. Yo me metí en su laptop y ya. No te preocupes ¿si? No me voy a meter en cosas peligrosas.

– Eso espero, porque no soportaría perderte por culpa de esa gente.

– Todo está bien mamá– le sonríe– A propósito...

– ¿Qué hiciste?– la mira algo dudosa.

– Este... aproveché de investigar de alguien más que podría interesarte.

– A ver– la mira.

– Ten– le pasa el teléfono– Este es José Luis Navarrete....

– Ten– le pasa el teléfono– Este es José Luis Navarrete

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– ¿Este es el que tiene mi constructora?

– Tu constructora y dos de tus haciendas mamá. El ya tenía una empresa pero más pequeña que la tuya. Es casado con una mujer de la alta sociedad llamada Eleonora y tiene un hijo que se llama Luis Navarrete. Parece ser que lo tiene trabajando en la constructora, supongo que lo quiere hacer madurar– ríe– Dicen que es suuuuper fiel a su esposa, pero no sé, yo lo estuve vigilando y...

– ¿Lo estuviste qué?– la interrumpe.

– ¿Vigilando?– le sonríe intentando no hacerla enojar.

– Pero Mónica– inhala profundo– No vuelvas a hacer eso. Si quieres vigilar a alguien contrata a una persona que se dedique a eso, pero tú no lo hagas. Es muy peligroso, no sabemos que clase de tipo es este.

– No parece ser malo mamá, es como... tú.

– ¿Cómo yo?

– Claro. Parece ser muy frío y duro con la gente, pero al menos con su hijo, por lo que vi, es cariñoso.

– Pero eso no nos dice nada, hija.

– Bueno, pero ya lo averiguaremos.

– ¿Cómo que ya lo averiguaremos?

– Es que mañana en la noche estará en un evento acá en Marbella y vamos a ir a vigilarlo.

– Mónica, te acabo de decir que eso no es algo que tú debas hacer.

– Pero lo haremos juntas. Y que te quede bien claro, en lo que tú andes yo andaré también. Necesito conocerte mejor, conocer tu mundo, lo que haces, cómo lo haces y de paso conocerme a mí misma.

Altagracia mira a su hija y aunque temía constantemente por su seguridad, decide aceptar tenerla cerca por un tiempo. Entendía que Mónica estaba buscando en cierta forma su identidad y no tenía mejor manera que hacerlo que estando con ella.

Tu ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora