Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Descubrimiento]

Luego de entrenar un poco junto a Loki, pude darme cuenta de que él no sentía ni el más mínimo sentimiento triste o de remordimiento por su hermano, lo cual solo aumentaba mis sospechas de que estuvo involucrado en la venida de los Jötuns a Asgard.

En cuanto acabó nuestro entreno, Loki salió como rayo del lugar, dándome la oportunidad de ir hacia donde mis amigos en busca de respuestas. Cuando llegué, me recibieron con cálidas sonrisas, pero sabía que en realidad estaban preocupados por Thor.

—¿Tienes alguna idea de dónde está? —preguntó Sif.

En seguida negué con la cabeza, mientras me sentaba junto a Frandal notando su grave herida y le acaricié la mano con el pulgar en señal de reconforte.

—No he visto a padre desde lo sucedido... —suspiré— Siento que Loki está detrás de esto

—Sif pensaba lo mismo desde Jötunheim.

—¿No puedes entrar en su mente? —comentó Volstagg, fijando su mirada en mí.

—Realmente, no se me había ocurrido esa idea.

Pensé en cómo podría sutilmente entrar en la mente de Loki, sin que el lo descubriera, ya que podría ganarme una discusión con él.

Luego de un buen rato, me quedé dormida en el lugar y debido a ello no me di cuenta de en qué momento se fueron los demás, pero un carraspeo demandante me hizo respingar.

—¿Qué haces aquí dormida? —preguntó Loki, entrando al comedor.

—Loki, hola... —dije un poco somnolienta.

Pronto caí en cuenta de que podía llevar a cabo mi plan estando con el justo ahora, así que parpadeé un par de veces para despertarme completamente.

—No respondiste a mí pregunta.

—Tú nunca respondes las mías. —murmuré irónica.

Nuestras miradas se conectaron, y pronto, aproveché para entrar en su mente; no podía creer lo que acababa de ver, fue por Loki que los gigantes de hielo entraron a Asgard, lo pude ver en sus recuerdos. Inmediatamente, encontré uno demasiado reciente, Loki... ¿Loki estaba observandome leer? Mi cabeza comenzaba a doler debido al tiempo que llevaba ejerciendo mi magia, pero no podía parar, luego de que aparecí yo entre sus recuerdos, me confundí un poco pero a la vez sentí un aleteo en mi estómago.

Finalmente, salí de su mente, el dolor de cabeza llegó a mí y retrocedí un poco, mientras mis ojos se tornaban amarillos debido al uso de mi poder.

—T-tú, tú hiciste que los gigantes de hielo llegaran aquí.

—____...

—¿¡Qué has hecho!?

—Cálmate, te estás alterando...

Me aproximaba a él con pasos lentos pero muy seguros, mientras el se mantenía con el gesto neutro.