[Celos]

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—Hey, ____, ¿cómo es

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—Hey, ____, ¿cómo es...?

La voz de Volstagg nos sobresaltó a los dos, provocando que Thor se levantara en seguida y nos quedáramos mirando a nuestro amigo con expresión de terror.

—Ustedes... —nos llamó, buscando una explicación.

Ninguno de los dos respondió, porque en realidad, no teníamos una explicación, no habíamos hablado nunca sobre lo que estábamos haciendo.

Notó nuestra vergüenza y en seguida nos dio una mirada tranquilizadora.

—No se angustien, no diré nada.

Thor suspiró en señal de tranquilidad, pero yo, en cambio, comencé a sentirme extraña, ambos hombres lo notaron.

—____, ¿estás bien? —murmuró Thor, tomándome del rostro.

Parpadeé lentamente, mientras mantenía la boca entreabierta, sentía como todo me daba vueltas sin motivo alguno; de pronto, solté un grito desgarrador.

—¿¡Qué pasa!? —exclamaron los dos al unísono.

—N-no... No me siento bie...

Me desplomé en el suelo, cayendo de la cama mientras gritaba y me agarraba el pecho fuertemente, las cosas se pusieron feas cuando escupí una gran cantidad de sangre.

—Llama a mi madre, ¡ahora! — pidió Thor a Volstagg, quien no dudó en correr.

Thor me levantó del suelo, cargándome y caminando a toda velocidad, notaba su mirada angustiada, por lo que con la poca fuerza que podía reunir, le acaricié la mejilla. Paró un momento, mirándome fijamente, y me acerqué a su rostro plantando un corto beso en sus labios.

Después de ello, Frigga llegó corriendo.

—Mi niña, por todos los cielos. —su voz era desesperada y llena de preocupación— No te preocupes, vas a estar bien, lo prometo.

Thor me bajó del suelo y la reina me sostuvo en seguida, llevandome a sus aposentos lo más rápido que pudo; antes de perder al rubio de vista, pude notar como golpeo la pared, totalmente frustrado.

Entramos a la recámara de Frigga, y ella me colocó con cuidado en la cama, sus movimientos eran rápidos y afanosos debido a mi situación; me quedé mirando un punto fijo mientras respiraba profundamente para ignorar el dolor que sentía en mi pecho, luego sentí como Frigga se sentó a mi lado y me extendió una taza con un líquido extraño.

—Esto te curará, mi linda niña.

Le sonreí débilmente y sin pensarlo mucho, ingerí el líquido ignorando el horrible sabor que tenía, de pronto el dolor en mi pecho comenzó a desvanecer y la debilidad se esfumó.

Tomé la mano de Frigga y esta vez, le sonreí de oreja a oreja, me miró suspirando fuertemente.

—¿Estás mejor?

—Sí, muchas gracias, Frigga. ¿Qué era eso?

—Una pócima, querida; de ese modo podría cortar tu conexión con la persona que estabas sintiendo dolor, ¿tienes alguna idea de quién era?

Me congelé, pero decidí ser sincera.

—Loki y yo habíamos creado una conexión sin pensarlo, mi reina. —murmuré bajo— Pero, él está muerto...

Ambas nos miramos confundidas, pero luego de unos minutos dejamos atrás el tema y salimos de su recámara, encontrando a Frandal afuera.

El hombre sostenía una bonita flor en su mano y en su mirada había una sonrisa, suspiré y sonreí un poco incómoda, en algunas de las cosas que se conocía de Frandal, una de ellas era su "enamoramiento secreto" por mí.

—____, cuánto me alegra ver que estás bien.

—Si me disculpan, debo ir con Odín a avisarle que estás bien.

Nos despedimos de la reina y nos quedamos a solas en el pasillo, me balanceaba sobre mis pies mientras mantenía una leve sonrisa.

—Es para ti. —me extendió la flor, la cual acepté mientras la olía.

—Qué dulce detalle de tu parte, no debías molestarte.

—Contigo nunca es molestia. —comentó coqueto.

Reí levemente, mientras el me extendió su brazo.

—Lady ____, ¿me concedería el honor de llevarla a pasear?

—No veo porque no. —mencioné entre risas.

Tomé su brazo de gancho y caminamos en dirección a los jardines, la verdad es que Frandal no estaba nada mal, era apuesto, gentil y en general un buen partido; pero, para mí suerte, me había fijado en los dos príncipes de Asgard, aunque si no fuera así, este apuesto joven sería mi primera opción.

Estuvimos caminando mientras charlábamos acerca de nuestras batallas juveniles, reímos y gozamos de nuestra mutua compañía; cuando cayó el atardecer, decidimos entrar al palacio, aún tomados de gancho, y un carraspeo molesto nos hizo girar.

Por los cielos, me había olvidado de Thor.

—Creí que estabas enferma. —dijo sin expresión alguna en el rostro.

—Tu madre me curó... —por algún motivo me sentí nerviosa al ver su mirada fija en Frandal— Y Frandal me invitó a pasear.

—Sí, Thor, no seas tan sobreprotector —comentó burlón— Esta bella señorita ya sabe cuidarse sola.

El tan solo hecho de que mencionara la palabra "bella", me hizo notar como a Thor le hervía la sangre.

—¿No tienes otros asuntos que resolver en vez de llevar a ____ al aire libre, sabiendo que seguramente aún no estaba en condiciones para salir?

—Thor...

Me callé en seguida al ver como me miraba totalmente serio, y en seguida, solté a Frandal al ver como sus ojos azules bajaron a ver nuestro agarre.

—Creo que debes irte, debe estar algo tenso. —susurré al hombre a mi lado, que mantenía una expresión de confusión.

Ambos nos miramos y el asintió, y tomando mi mano, le dio un beso a esta de despedida y se retiró, ante la mirada furiosa de Thor.

Cuando nos encontramos solos, me giré a verlo, mientras balanceaba mis pies.

—No era necesario que hicieras esa escenita de celos. —comenté mientras comenzaba a caminar, alejándome de él.

El me siguió a paso veloz.

—No fue ninguna escena, estaba dejando claro que no era seguro que salieras después de como estuviste.

—Por favor, Thor, tú sabías perfectamente que tu madre me curaría. —dije irónica— ¿Acaso no puedo estar con nuestros amigos?

—No estoy diciendo eso, pero todos sabemos que Frandal está enamorado de ti.

—Y eso te molesta, ¿no?

—Por supuesto que n...

Lo interrumpí girándome y dándole un beso, que no alargué mucho debido a que podían vernos, él quedó atontado debido a mi repentina acción y continué caminando hacia mi habitación.

—Para la próxima disimula un poco más tus celos, galán. —comenté burlona, para desaparecer entre el pasillo después.

Elígeme [Thor, Loki y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora