Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Especial]

1 semana atrapados en Titán.

Corrí con toda la velocidad que mis piernas me lo permitían, mientras que en mi espalda cargaba diferentes piezas que había encontrado en mi caminata por el abandonado planeta.

—¡Loki! —grité mientras me acercaba a la nave donde nos refugiábamos— ¡Mira lo que he encontrado!

Finalmente llegué a su lado, mientras el movía unos cables de la nave en un intento de encenderla.

—¿Qué has encontrado, mi lady? —preguntó girándose a mí.

Llevábamos una semana en el planeta, sin tener éxito alguno con las soluciones que planteábamos, tuvimos que recurrir a usar nuestras manos cuando nos dimos cuenta de que nuestra magia no serviría de nada; en los días que hemos estado a solas, he podido descifrar que Loki le teme a quedarse solo, así que por más de que me traicione a mí o a su hermano, al final, siempre va a elegir salvarnos por ese miedo, esa era su forma de expresarnos su amor al fin y al cabo.

—Algunas de estas piezas nos puede servir para reconstruir la nave, ¿qué opinas?

—Opino que eres muy inteligente. —murmuró sonriente— Probemos.

Le di una sonrisa y comenzamos a usar cada pieza para ver si de alguna u otra forma podría servirnos en el arreglo de la nave, pero luego de unas horas intentándolo, ninguna funcionó.

—De acuerdo, me rindo. —comenté tirándome al suelo, exhausta— Nunca vamos a salir de aquí.

—Hey. —llamó— Ven aquí.

Me tomó el brazo y me jaló hacia él, dándome un tierno abrazo, respire hondo mientras acariciaba su cabello y recargaba mi cabeza en su hombro.

—Sé de algo que te quitará esa negatividad que te traes desde hace días. —habló tomándome de las manos.

Me guió hacia un lugar apartado de la nave, el cielo ya estaba poniéndose oscuro, indicando la noche; pronto deje de sentir sus manos di una vuelta confundida, Loki ya no estaba.

—¿Loki? —pregunté confusa— ¿Dónde te has metido?

Pronto sentí el golpe de algo caliente en mi espalda, y el impacto provocó que respingara, cuando me giré no había nadie.

—¡Loki!

De nuevo, otro impacto me cayó en la cintura y volví a respingar, estaba comenzando a irritarme, hasta que escuché detrás de una roca la risa de Loki.

—¿Qué te pasa? ¿Acaso tienes cinco años?

Salió de su escondite y cambió su forma, haciéndose pasar por mí, arqueé la ceja.

—"Soy ____, la diosa de la amargura." —se burló.

—¡Hey! ¡Yo no soy amargada!

—Entonces diviértete, preciosa. —habló arrojando una esfera de su magia hacia mí.