Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Venganza]

Con ayuda de Heimdall me transporté hasta Midgard, al aterrizar me encontré con una escena bastante particular de Thor luchando contra más elfos oscuros, con la única diferencia de que esta vez, allí estaba su líder, ese infeliz me ha quitado a dos de las personas más importantes de mi vida, no me iría sin ver su cuerpo muerto en el suelo.

—¡____, volviste! —gritó Jane con una sonrisa.

Hice mi mayor esfuerzo por sonreírle de la misma manera, luego de ello, me percaté de que ahora los elfos venían hacia mí.

—Los odio, a todos ustedes, por todo el daño que han causado. —escupí molesta.

Mi batalla contra las criaturas comenzó al sacar mi representativa espada y atacarles sin piedad alguna, estaba decidida a acabar con esto de una vez por todas.

Gracias a mi enorme rabia, pude derribarlos en menos de nada, me di cuenta de que Thor luchaba contra Malekith, y en determinado momento de la batalla observé como lo dejó tumbado en el suelo, casi moribundo.

—Oh no, no lo harás de nuevo. —advertí con furia— No te llevaras a otro ser querido de mi vida, maldita criatura asquerosa.

Corrí hacia él y me abalancé con fuerza, combatiendo cuerpo a cuerpo con el líder de los elfos oscuros, al principio llevada por la furia obtuve ventaja, pero pronto eso cambió al sentir como me golpeaba repetidas veces y cuando yo quería golpearle, él simplemente lo esquivaba con agilidad; hice todo mi mayor esfuerzo por acabar con él, usando mis poderes hasta el límite que me lo permitía, pero la debilidad comenzó a llegar y la criatura me tomó de las piernas para arrojarme lejos.

Mi espalda chocó violentamente contra el pavimento, y antes de que pudiera levantarme, Malekith me tomó del cuello, dejándome sin aire.

—Ríndete, mujer, no me puedes detener.

—N-no, yo sola no... P-pero junto a él sí. —dije mientras esbozé una sonrisa débil.

En ese momento el Mjolnir golpeó a Malekith, quien me liberó de su agarre, comencé a toser violentamente debido a la falta de oxígeno en mi cuerpo; Thor, corrió hasta a mí y me ayudó a levantar, extendiéndome su mano.

—¿Te encuentras bien?

—Sí. —asentí mientras carraspeaba la garganta— Terminemos con esto de una vez.

Nos aproximamos nuevamente al líder maligno, combatiendo juntos contra él y obteniendo la ventaja en ello, pero para nuestra mala suerte, Thor se despistó un momento en el que vio en peligro a Jane y esto ayudó a que Malekith lo golpeara arrojándolo lejos.

—No pueden vencerme, sucios asgardianos de quinta.

Me giré ofendida.

—¿¡A quién le dices sucia, pedazo de excremento!?

Me concentré para usar mi magia como Frigga me instruyó en mis tiempos de adolescencia, hechicé mi espada, volviéndola un veneno mortal para cualquier criatura existente, muy parecida a la de Odín; comencé a correr hacia él mientras todo mi dolor se acumulaba.

La muerte de Frigga.

La muerte de Loki.

Mis sentimientos por Thor.

El beso con Jane.

Las mentiras, las peleas.

Mis sentimientos por Loki.

Sus últimas palabras, la flor.

Mis momentos especiales junto a los dos.

Mi cabeza confundida y llena de dolor debido a que no sé con quien debí o debo quedarme.

Todo eso ayudó, pues sin remordimiento, sin titubeo y sin ninguna pizca de miedo, enterré la espada en su torso, mirándolo fijamente.

—Tú... —hablé con odio— Mataste a mi figura materna, mataste a mi mejor amigo... —clavé más la espada.

"Mi mejor amigo y amor de ensueño" resonó en mi mente.

—... Sólamente espero, que te pudras en el infierno —dije con una ligera sonrisa— Saluda a Loki de mi parte.

Lo tiré lejos hacia Jane, que con su transportador lo mandó directamente a su mundo oscuro, acabando finalmente con todo. Me arrojé al suelo, totalmente exhausta.

—Definitivamente, necesito vacaciones... —murmuré para mí misma, mirando el cielo.

Respiré hondo cerrando los ojos, pero al sentir una respiración cerca de mí, los abrí de golpe.

Era un hombre de ojos color miel, tez blanca y cabello castaño, parado arriba de mí.

—¿Está usted bien, señorita?

Dudé unos segundos antes de responder afirmativamente, me levanté del suelo y el me brindó una sonrisa.

—Christian Alexander Turner, un placer conocerla. —me extendió su mano.

La acepté con el gesto confundido.

—___, diosa de la belleza e inteligencia, vengo de Asgard.

—Eso explica tu vestimenta, y la de tu acompañante.

Sonreí ante el comentario.

—¿___?

La voz de Thor me hizo girar, encontrándome con sus ojos azules clavados en el hombre a mi lado.

—Debemos irnos...

Asentí levemente, para luego mirar al hombre.

—Bien, debo irme.

—Qué lastima, esperaba conocerte mejor.

—Tal vez en alguna otra ocasión, nuestros caminos se vuelvan a unir, tendrás tiempo para conocerme entonces.

Me alejé a pasos lentos, acercándome a Thor, pero antes de hacerlo completamente el hombre me gritó:

—¡Espero que mi camino vuelva a alinearse con tu maravillosa belleza!

Solté una risa ante sus palabras, pero en seguida me callé al ver la mirada seria de Thor. Nos acercamos hasta Jane, que se mantenía con el rostro sereno.

—¿Deben volver a Asgard?

—Así es, Jane. ___ y yo debemos asegurarnos de que mi padre esté bien, y que Asgard se encuentre a salvo.

Ella asintió y se acercó a mí, dándome un abrazo al que correspondí incómodamente.

—Gracias por toda tu ayuda, ___.

—Fue un placer, Jane.

Me esperé en mi lugar para que el rubio y la chica se despidieran, luego de eso, ambos nos miramos.

—¿Listo?

El asintió.

Levantamos las manos, llamando a Heimdall, que nos transportó nuevamente a Asgard ante la mirada de todos los mortales allí presentes.