Elígeme [Thor, Loki y tú]

[Las gemas]

Los demás se adentraron en el auto, esta vez, siendo el dios del trueno quien iba a mi lado, en el asiento del copiloto, me tenía los nervios de punta al estar tan cerca después de tantos años; intenté relajarme colocando música nuevamente, esta vez la melodía de Somebody to love, de Queen, sonaba en el silencioso auto, mientras yo conducía por la larga carretera, saliendo de Nuevo Asgard.

—Y este novio tuyo... ¿Era guapo? —preguntó Thor, bebiendo un trago de su cerveza.

Solté un suspiro mientras mantenía la vista en el camino,

—Sí, lo era... —respondí entre dientes, incómoda.

—Dudo mucho que lo fuera más que yo.

Negué con la cabeza, mientras rodaba los ojos.

Durante el resto del camino, nadie habló más.

...

Horas más tarde.

Habíamos vuelto a la torre, por lo cual me dispuse a ayudar a Tony con la máquina para el viaje en el tiempo, junto con Rocket, que era de mucha ayuda.

Cargábamos una gran pieza para la máquina entre los dos, mientras caminábamos detrás de Thor, quien se interponía en nuestro camino.

—Te ladeas hacia la izquierda —le avisó el castaño, así que el dios se movió a donde le indicó— Sigue tu carril, Lebowski.

—Y ponte ropa decente, peínate, pareces un vagabundo. —murmuré haciéndole una mueca.

Antes de que pudiera seguir, me tomó del brazo, haciéndome detener y soltar la parte que estaba cargando.

—¿Qué estás...?

—Descuida, preciosura —habló el millonario a lo lejos— Lo tengo controlado, tú habla con él.

Le abrí los ojos y apreté la boca, a lo cual mi amigo simplemente me guiñó el ojo.

"Supongo que no tengo opción, aunque puedo tirarme por la ventana y huir" pensé para mis adentros.

—¿Ahora qué quieres, Thor? —pregunté, tratando de aparentar calma.

—Sólo quiero que hablemos.

—No hay nada de qué hablar.

—Sí lo hay, ___, deja de escapar de mí. —pidió.

Mantuve mi mirada en él unos minutos, para después respirar profundo, y asentir.

—Bien, pero aquí no.

Lo llevé hasta una habitación apartada, me senté en el borde de la cama, cruzándome de brazos.

—Y bien... —musité— ¿Qué es lo que quieres hablar?

—___, no sabes lo difícil que fue estar sin ti estos últimos años.